En un ensayo realizado entre mayores de 49 años en Estados Unidos se comprobó que tanto la frecuencia como la distribución del uso y abuso de calmantes, sin prescripción médica, entre los pacientes adultos y ancianos se incrementa con la edad

Los calmantes para el dolor de prescripción médica obligatoria, son los fármacos que más se consumen sin dicha prescripción, y aunque este consumo es preponderante en la población joven, la prevalencia de las patologías dolorosas crónicas ha provocado un aumento en el uso y abuso de estos fármacos, principalmente opioides, en los pacientes adultos y ancianos.

En este estudio de corte transversal se tomó una muestra de 10.953 personas mayores de 49 años, inscriptas en la Encuesta Nacional de Uso de Drogas y Salud (National Survey on Drug Use and Health, NSDUH) y se tomaron en cuenta los datos de los años 2005 y 2006.

Los interrogatorios se realizaron en los hogares de los participantes y las preguntas incluyeron datos demográficos. Además, se les suministró una clasificación de los fármacos en cuatro grupos (calmantes que requieren prescripción médica, sedantes, tranquilizantes y estimulantes) para que pudieran incluir aquellos que utilizaban.

Los autores observaron que en general la prevalencia del uso de calmantes sin prescripción médica era baja en la población mayor a 49 años, aunque el consumo era más significativo en el grupo entre 50 y 64 años, comparados con los mayores de 65 años. Esto es importante, ya que muestra una tendencia hacia el aumento del consumo por parte de la población adulta actual dentro de algunos años, cuando dicha población envejezca y la prevalencia del dolor crónico aumente.

Fuente: Medicina Geriátrica