Arroz con leche me quiero casar... ¿o no? La inolvidable canción de la infancia ya no se repite demasiado y parece haber perdido vigencia. Es que en Rosario se registran casi dos mil divorcios por año y la cifra de casamientos va en picada. Además, en los tribunales ingresas cada día unos 10 trámites de separación.

 

Según los datos suministrados por los tribunales de la provincia “en lo que va del año se acumularon 1.500 pedidos de divorcio entre contenciosos y de común acuerdo”. De acuerdo a las causas establecidas por los cónyuges, la mayoría de las rupturas en las parejas se produce por la falta de recursos económicos o trabajo en algunas de las partes. “La mayoría no tienen bienes para dividir y ni siquiera cuentan con una vivienda propia”, señalaron en el informe.

 

También sobresale otro dato: de estos divorcios, "más de un 20 por ciento se tramitan a través de defensores oficiales, especialmente por parte de parejas sin vivienda propia ni recursos para ser patrocinados por profesionales en forma particular", señalan.

 

El año pasado se casaron en los registros civiles de la ciudad 3.934 parejas, mientras otras 2.385 se divorciaron. Es decir, que por cada diez parejas que dicen sí quiero se produjeron seis separaciones.

 

Según Graciela García, del Registro Civil de la provincia, “desde hace unos años se muestra una clara tendencia: la caída del número de uniones y el aumento de las separaciones”. Según los datos que maneja la funcionaria, “mientras los divorcios se mostraron en alza desde el año 2000 (1.581 parejas en esa situación) hasta 2005 (se contaron 2.385), los casamientos reflejaron una caída brusca en ese mismo lapso”.

 

En tanto, para la abogada de familia, Araceli Díaz, “el fenómeno va de la mano del cambio que está viviendo la idea misma de familia”. Para ella, “es cierto que hay un claro incremento de disoluciones de pareja pero también es notable que por los cambios culturales vividos es muy común ver familias ensambladas, parejas que conviven pero sin compartir un techo o que eligen el concubinato a pasar por el Registro Civil y la Iglesia”.

 

Por último, el informe de los tribunales provinciales no es alentador. Si la tendencia que está firme hasta el momento no se modifica a fin de año la cifra de divorcios alcanzaría a 2500 parejas. Y quien sabe cuántas menos se encontrarán en la salida de los registros civiles para arrojar arroz al grito de ¡Viva los novios!