Avanza a paso firme el aumento de tarifa de taxis. Este lunes la comisión de Servicios Públicos le dio despacho favorable a la suba escalonada del 44% (30 por ciento ahora, el resto en noviembre) y el jueves próximo se votará en el recinto del Concejo Municipal. De la mano del nuevo costo, se dio luz verde a la medida, tan resistida por los tacheros, que todas las unidades tengan equipos de GPS monitoreados por el municipio y sanciones para los choferes que incumplan sus tareas.
Mientras puertas adentro los ediles analizaban el proyecto, afuera del Palacio Vasallo los tacheros se concentraron para protestar contra las medidas de control y las sanciones que un proyecto de monitoreo exhaustivo del servicio, que los ediles también analizaron en la comisión de Servicios Públicos y podrían sancionar esta semana.
Desde temprano los taxistas se congregaron en la puerta del Concejo. El motivo: mostrar su descontento por las medidas de seguridad y las sanciones que se les vendrían encima a los taxistas en caso de que no cumplan con todas las disposiciones del servicio. Es que el proyecto del Ejecutivo que tuvo despacho favorable incluye, entre otras modificaciones al sistema, que las unidades tengan equipos de GPS y sean monitoreados desde una central, en manos del Ente de la Movilidad.
El punto más cuestionado y tildado de "represivo" por parte de los tacheros es el que remite a una serie de acciones para los que no respeten los turnos obligatorios. Si se aprueba la iniciativa podrá llevar a suspensiones y hasta a la caducidad de la licencia de vehículos, lo que más encendió la bronca de los tacheros, fundamentalmente los titulares, apostados en la esquina de Juan Manuel de Rosas y Córdoba.
Los taxistas sí estaban conforme con la forma en que se resolvió el tema de la tarifa, según dijo Horacio Boix, del Sindicato de Peones. Esto, a pesar de que no se definió aún algo que también pedían los choferes: que el plus del 12 por ciento por servicio nocturno se cobre no sólo los fines de semana, como sucede actualmente, sino tambén de lunes a viernes.
En cambio, Boix sí cuestionó "el tema de las sanciones". Pero aclaró que no va a haber paro, pues lo que le interesa fundamentalmente es el tema salarial y con el aumento de tarifa propuesto "los números cierran".
Para otros sectores, la cuestión es más conflictiva. Tanto que hubo discusiones y hasta golpes de puño entre los distintos grupos de choferes que se juntaron en la puerta del anexo del Concejo.
Mario Cesca (Radio 2)