Pudo haber sido peor, pero el choque entre dos colectivos en la esquina de Avellaneda y San Juan dejó apenas el saldo de los conductores de los vehículos con heridas leves. El accidente ocurrió alrededor de las 13.30 de este jueves, cuando una unidad de la empresa General Belgrano colisionó con otra de la línea K.
Minutos más tarde se intentaba establecer la responsabilidad de cada uno en el hecho, pero de descuenta de que uno de los dos colectivos pasó el semáforo en rojo y por eso el micro de larga distancia –que iba lleno de pasajeros–, impactó sobre el costado del trolebús –también viajaba gente–, a la altura de la puerta delantera.
Mientras la K fue evacuada tras el choque, la gente que viajaba en el General Belgrano permanecía sobre el coche, en tanto que ambos choferes fueron llevados en ambulancia, sobre todo por precaución, con heridas leves.
El micro de larga distancia quedó con el frente destrozado –el parabrisas se desprendió y voló casi diez metros–, mientras que el trole también sufrió abollones y la rotura de algunos vidrios laterales.
Afortunadamente, pese a que la intersección tenía gran flujo de tránsito a esa hora, ningún otro vehículo se vio involucrado en el accidente, aunque enseguida se montó un operativo de tránsito que obligaba a desviar a quienes circulaban por la zona.
Minutos más tarde se intentaba establecer la responsabilidad de cada uno en el hecho, pero de descuenta de que uno de los dos colectivos pasó el semáforo en rojo y por eso el micro de larga distancia –que iba lleno de pasajeros–, impactó sobre el costado del trolebús –también viajaba gente–, a la altura de la puerta delantera.
Mientras la K fue evacuada tras el choque, la gente que viajaba en el General Belgrano permanecía sobre el coche, en tanto que ambos choferes fueron llevados en ambulancia, sobre todo por precaución, con heridas leves.
El micro de larga distancia quedó con el frente destrozado –el parabrisas se desprendió y voló casi diez metros–, mientras que el trole también sufrió abollones y la rotura de algunos vidrios laterales.
Afortunadamente, pese a que la intersección tenía gran flujo de tránsito a esa hora, ningún otro vehículo se vio involucrado en el accidente, aunque enseguida se montó un operativo de tránsito que obligaba a desviar a quienes circulaban por la zona.