El sistema digestivo de cada persona está repleto de miles de millones de las más variadas bacterias, tan necesarias que su escasez puede afectar la salud de todo el organismo. Un equipo de nutricionistas de los Estados Unidos insiste, por eso, en que comer sano es mucho más efectivo que los suplementos dietarios para mantener a las bacterias y a sus portadores en un buen estado físico.

Se calcula que hay alrededor de 800 especies de bacterias de al menos 7.000 cepas diferentes en el tracto digestivo. Algunas no cumplen funciones conocidas pero otras son muy útiles, por ejemplo evitando ciertos tipos de diarrea.

Los prebióticos son alimentos que favorecen la actividad y el crecimiento de las bacterias en el aparato digestivo. Los probióticos, por su lado, son microorganismo que se agregan a la comida y que permanecen vivos en el tracto digestivo.

Gail Cresci, nutricionista del Colegio Médico de Georgia, lamenta que estos aditivos generen tanta confusión. Los consumidores muchas veces no comprenden aquello que compran y, para colmo de males, en ocasiones son los profesionales de la salud los que no saben cómo usarlos de la mejor manera posible.

La investigadora enfatiza que la mala alimentación y el uso excesivo de antibióticos están afectando la salud digestiva, y la gente compra distintos productos o suplementos sin pensarlo dos veces ni asesorarse correctamente. Y subraya que los profesionales de la salud deben considerar caso por caso a la hora de recetar los pre y probióticos, ya que cada persona tiene sus necesidades específicas.

De acuerdo con Cresci, lo más importante es alimentarse bien para no tener que recurrir a ningún tipo de suplemento o aditivo. Según su punto de vista, una buena dieta debe tener en cuenta los siguientes puntos:

Las calorías provenientes de las grasas no deben superara el 30% del total. De esas grasas, no más del 10% pueden ser saturadas.Al menos 25 o 30 gramos de fibras deben ser incorporadas a partir de comidas ricas en fibras como granos integrales y frutas y vegetales frescos.

Los productos lácteos también son ideales para mantener una buena dosis de proteínas, calcio y otros nutrientes. Las proteínas constituyen una fuente muy importante de fibras y grasas saludables. Pueden obtenerse de la carne, los productos lácteos y las nueces y legumbres.

Fuente: Neomundo