Los científicos observaron que un grupo de células del sistema de defensa del organismo llamadas mastocitos, las cuales participan en el proceso de inflamación asociado con procesos alérgicos, están presentes en grandes cantidades en el tejido adiposo de personas obesas comparado con el tejido adiposo de gente con peso normal. Como dato vale recordar que ante un proceso alérgico, los mastocitos liberan sustancias que estimulan el sistema inmunológico y el subsecuente proceso inflamatorio.

Los investigadores encontraron que hay 6 veces mayor cantidad de mastocitos en la grasa de personas obesas y diabéticas que en la grasa de personas sanas con peso normal. Algunos expertos consideran que los resultados obtenidos son interesantes porque por primera vez los mastocitos aparecen como posibles responsables del desarrollo de obesidad.

El experimento

Los mastocitos son parte fundamental de la respuesta alérgica y están en altas cantidades en la grasa de personas obesas. ¿Qué pasaría si les damos a ratones obesos y diabéticos sustancias antialérgicas que bloquean la función de los mastocitos?

Para contestar esta pregunta se trataron distintos grupos de ratones obesos y diabéticos por 2 meses con drogas antialérgicas. Luego de este tiempo los investigadores encontraron que:
Los ratones que siguieron consumiendo una dieta rica en grasas pero tomaron drogas antialérgicas perdieron un 12 % de su peso corporal.

Los ratones que además de tomar drogas antialérgicas fueron sometidos a una dieta equilibrada, llegaron a un peso normal.

Lo interesante fue que junto con la dismiución de peso, los ratones mostraron una disminución de sus niveles de azúcar en sangre, lo cual alivió los síntomas de la diabetes.

Otro resultado interesante fue que ratones sanos que comieron una dieta alta en grasa no desarrollaron diabetes u obesidad mientras fueron tratados con drogas antialérgicas.

La importancia

Hasta ahora muchos tratamientos de la obesidad y la diabetes han sido más que nada preventivos. El presente trabajo abre la posibilidad de tratar aquellos casos donde obesidad y diabetes ya están instaladas. De todas formas, todavía resta ver si esto funciona en seres humanos.

Estos resultados se refuerzan con otros experimentos que han encontrado que más participantes del sistema inmunológico se correlacionan con la obesidad y la diabetes. Por ejemplo, los linfocitos T (otro integrante del sistema inmunológico) se encuentran en baja cantidad en la grasa de personas obesas comparado con lo que se observa en la grasa de personas con peso normal.

Las perspectivas son muy interesantes ya que permiten explorar nuevas posibilidades para tratar a gente con sobrepeso y diabetes, los cuales se han convertido en problemas candentes a nivel mundial. Cada vez son más comunes las sociedades donde la población tiene poco tiempo para hacer ejercicios y muestra una tendencia creciente a comer mucho y malo.

Ahora sabemos que el sistema inmunológico, la obesidad y la diabetes están conectados. La próxima pregunta a responder es ¿cómo?.


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