El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió con atletas olímpicos y paralímpicos de su país en una recepción en la Casa Blanca para promover la candidatura de Chicago como organizadora de los Juegos Olímpicos de 2016.

Obama, inmerso en una lucha por sacar adelante la reforma sanitaria en su país, ha optado por no viajar el próximo 2 de octubre a Copenhague para la reunión en la que el Comité Olímpico Internacional (COI) decidirá la ciudad organizadora.

Pero en una muestra de su apoyo "incondicional" a la candidatura de la ciudad que le vio crecer como político, lanzó este miércoles en los jardines de la Casa Blanca una encendida defensa personal de las excelencias de Chicago, en presencia del alcalde de esa ciudad, Richard Daley.

"Chicago está preparada. Queremos esos Juegos", aseguró el presidente estadounidense, quien insistió en que "Estados Unidos está ansioso de darle la bienvenida al mundo a las orillas de Chicago y estará muy honrado de albergar los Juegos de 2016".