El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, fue uno de los grandes derrotados de la jornada electoral y una de las claves también del mal resultado de Daniel Scioli. Es que con él como candidato, el Frente para la Victoria perdía la Gobernación de la provincia de Buenos aires, el distrito más importante del país, a manos de la postulante del PRO, María Eugenia Vidal.

Con el 80 por ciento de los votos escrutados, Vidal obtenía el 39,77 por ciento y Fernández el 34,72. En tercer lugar se ubicaba Felipe Solá (Frente UNA), con el 19,28 por ciento.

En el búnker de Cambiemos, en el predio de Costa Salguero, el candidato presidencial Mauricio Macri y los referentes de la oposición Marcos Peña y Jorge Macri festejaban junto a Vidal.

Mientras que en el comando electoral del kirchnerismo, en el Luna Park, no se emitió palabra al respecto.

Clave para este resultado fue la derrota de varios barones del conurbano bonaerense y del batacazo del PRO en distritos que supieron ser bastiones del peronismo. Entre ellos Quilmes, la ciudad que supo gobernar el propio Aníbal Fernández y donde ganó el postulante macrista, el cocinero Martiniano Molina.