Luego de la igualdad del viernes, en el comienzo de la fecha 9 del Inicial, y el fin de semana de descanso que determinó el cuerpo técnico, Rosario Central regresó a los entrenamientos con la mente puesta en el próximo choque con Lanús.
El grupo de profesionales auriazules se entrenó en el predio de Arroyo Seco este lunes por la mañana, a una semana exacta del encuentro que viene con el Granate, previsto para el lunes que viene a las 21.30 (iba 20.20, pero se atrasó) en el Gigante de Arroyito, donde dos días antes jugarán los Pumas.
En el saldo de lesionados en el empate 1 a 1 con All Boys, Pablo Becker sufrió sólo una contractura en el recto de la pierna derecha y no tendría inconvenientes para poder estar ante los del Sur. En cambio, Lisandro Magallán tiene un esguince de rodilla derecha y no será sencillo que pueda llegar al cotejo.
Por su parte, Medina recibió un tremendo planchazo de Espinoza, en el que el rival fue expulsado, pero no fue más que un golpe, y Carrizo acabó con una fatiga, nada de gravedad como para poner en jaque sus presencias con Lanús.
Por lo demás, parece que Rosario Central jugará, luego del encuentro con los de Barros Schellotto, dos domingos sucesivos: el 3 y 20 de octubre, ante Boca y Newell’s respectivamente, en dos cotejos clave para enderezar su campaña.
El grupo de profesionales auriazules se entrenó en el predio de Arroyo Seco este lunes por la mañana, a una semana exacta del encuentro que viene con el Granate, previsto para el lunes que viene a las 21.30 (iba 20.20, pero se atrasó) en el Gigante de Arroyito, donde dos días antes jugarán los Pumas.
En el saldo de lesionados en el empate 1 a 1 con All Boys, Pablo Becker sufrió sólo una contractura en el recto de la pierna derecha y no tendría inconvenientes para poder estar ante los del Sur. En cambio, Lisandro Magallán tiene un esguince de rodilla derecha y no será sencillo que pueda llegar al cotejo.
Por su parte, Medina recibió un tremendo planchazo de Espinoza, en el que el rival fue expulsado, pero no fue más que un golpe, y Carrizo acabó con una fatiga, nada de gravedad como para poner en jaque sus presencias con Lanús.
Por lo demás, parece que Rosario Central jugará, luego del encuentro con los de Barros Schellotto, dos domingos sucesivos: el 3 y 20 de octubre, ante Boca y Newell’s respectivamente, en dos cotejos clave para enderezar su campaña.