El robo de los quince cuadros de Antonio Berni es todo un misterio. El hecho, rodeado de circunstancias que llaman la atención, ocurrió el pasado fin de semana en el partido bonaerense de Vicente López. Para el secretario de Cultura de la Municipalidad de Rosario y licenciado en Bellas Artes, Fernando Farina, el hurto no tiene sentido salvo que se trate de "un secuestro extorsivo".

El asalto fue realizado por hombres disfrazados de policías que atacaron en el momento en que las obras eran transportadas en un camión desde un depósito hasta la casa del hijo del pintor, Juan Antonio Berni porque este martes las iba a ver Guillermo Alonso, director del Museo de Bellas Artes, quien planeaba realizar una muestra. La lista de cuadros robados iba desde las obras surrealistas que el artista creó en los años 30 hasta las últimas pinturas del rosarino, en un espectro muy heterogéneo y amplio. 

Farina analizó que “el hurto se parece más a un secuestro extorsivo que a un hecho planificado por una banda que se dedica al robo de obras de arte”. El funcionario explicó a Rosario3.com que de otra manera, el robo de las obras del artista no tendría sentido porque “son obras muy emblemáticas que no podrían ser exhibidas o vendidas ni en un mercado legal, ni en el mercado negro”.

“Imagino que pedirán un rescate, porque si no el robo no tiene ningún tipo de explicación”, dijo. Además, comparó la situación con los robos en los museos nacionales en los años 80 y agregó que “esto no se parece en nada a lo que ocurrió en aquellos años con las obras de arte. Se trataba de bandas organizadas que hicieron desastres en museos nacionales con el objetivo de vender las obras en el exterior”.

Sin embargo, Farina explica que “Berni es un artista que, si bien tiene un importante reconocimiento internacional, es sobre todo un artista local de cotización nacional”.

Antecedentes

En los anos 80 operaba en Rosario, la denominada “mano de obra desocupada”, una banda integrada por el paramilitar Aníbal Gordon dedicada al robo de arte. El grupo, que actuó durante los últimos años de la dictadura militar, robó cotizadas obras en los museos rosarinos de Arte Decorativo Odilio Estevez y el Castagnino. Tiempo después se pudieron recuperar dos Goya que se exhiben en los museos locales (Uno de ellos "Palomas y Pollos" del Castagnino, recuperado en Miami).

En el robo de este fin de semana, “hay algo oscuro, no muy claro”, dice Farina. “No tiene que ver con el robo a un patrimonio cultural sino a uno de los hijos de Berni. Fue a un particular y no a un museo. Es decir, fue un robo muy específico. No parece un hecho de una banda armada con el objetivo de venderlas al exterior”, analiza el secretario local.

El propio ministro de Justicia, Aníbal Fernández, explicó este lunes que para los expertos "es imposible" que puedan ser vendidas las 15 pinturas de Berni. "Nuestros especialistas dicen que es imposible que puedan ser colocadas en el mercado local, por las características y estatura de las obras, con lo cual harían imposible su comercialización", señaló Fernández.

El botín

Berni, nació en Rosario, fue pintor, grabador, dibujante, muralista e ilustrador. A los 15 años expuso por primera vez sus cuadros Santa Fe. Tres años después llegó a Buenos Aires y desde ese momento sus obras fueron elogiadas por la crítica.

Entre las obras robadas figuran algunas antológicas como Cristo en el garage o Juanito y los Cosmonautas, que tiene 2,40 metros de largo y de ancho. El hijo de Berni consideró que es una de “las más logradas” de las que hizo su padre. También se llevaron El carnaval de Juanito, Promesa de castidad, La metamorfosis del pájaro azul, La muerte acecha en cada esquina, Barrancas, La mayoría silenciosa, Aeropuerto, La olla azul, Los rehenes, La zapatera, La leñerita, La casa roja con techo azul y Ramona de fiesta.