Un beso en la boca, en la mejilla, en la frente. Besos diferentes partes del cuerpo, a diferentes personas, en diversas circunstancias. Un informe publicado en Yahoo.com asegura que, sea como sea, besar es beneficioso para el ser humano.

El artículo recurre al libro "La ciencia del beso", de la bióloga e investigadora de la Universidad de Texas, Sheril Kirshenbaum, quien asegura que se ha comprobado que el primer beso es más importante que "la primera vez" y que, seguramente, podremos recordarlo con mayor detalle a la hora de reconstruir el momento en que fue dado.

Sin embargo, es muy factible que entrada la adultez, también puedan establecer cuándo fue la última vez que besaron o fueron besados. Es que con el paso de los años, dicen los expertos, se van atenuando las ganas de besar.

Más allá de la edad, hay que besarse más. ¿Las razones? El informe señala que desestresa porque un buen beso disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y estimula la liberación de oxitocina, presente en buenas dosis en momentos claves de nuestra vida como el parto, el amamantamiento, y también el orgasmo.

Además, rejuvenece ya que ayuda a prevenir la formación de arrugas en la piel y hasta estimula su regeneración.

Dar besos y ser besados, adelgaza. Un sólo beso pone en acción 35 músculos. Además el ritmo cardíaco se acelera y todo el cuerpo se inquieta. El resultado: con sólo un "piquito" en un minuto pueden quemarse hasta diez calorías; con un beso apasionado, entre 26 y 41.

Los besos son estimulantes sexuales. El cocktel de estrógenos y testosterona que se libera es abrumador y como la sangre está que bulle, llega a esos rincones del cuerpo que nos activan para el amor.

Por otra parte, libera hormonas que fortalecen el sistema inmunológico, por lo que posiblemente "los besadores" se enfermen menos que el resto de los mortales. Y además, activan la circulación.