El primer ministro británico, Tony Blair, se manifestó este martes en contra del velo musulmán para "derribar barreras entre comunidades" y apoyó al ex canciller Jack Straw, quien había invitado a que las mujeres dejaran de usarlo, posición que abrió un debate sobre la relación entre Occidente y el Islam.

"Aunque es cierto que el tema del velo islámico es de índole personal, es perfectamente normal que podamos discutir estos problemas en el contexto de derribar barreras entre comunidades", afirmó Blair a la cadena BBC.

El primer ministro advirtió que su posición no significa inmiscuirse en una decisión que es estrictamente personal ya que, sostuvo, "la gente puede hacer lo que más quiera con la forma en que se viste". Pero inmediatamente respaldó la postura de su ex canciller al señalar que "lo que Straw estaba diciendo es perfectamente normal y finalmente busca derribar barreras y muros entre las distintas culturas y religiones. Por eso es importante que debatamos este tema".

En la polémica también terció el escritor Salman Rushdie, quien apoyó claramente a Straw.  "La batalla contra el velo ha sido una larga y constante batalla contra la limitación de la mujer. En ese sentido, estoy completamente de su lado (de Straw)", dijo Rushdie en una entrevista concedido hoy a Radio 4.

La semana pasada, Straw, quien es el líder de los laboristas en la Cámara de los Comunes, invitó a las mujeres musulmanas residentes en Reino Unido a quitarse el velo que les cubre el rostro. En un artículo titulado "Quiero desvelar mi opinión sobre una cuestión importante", publicado en The Lancashire Evening Telegraph, el ex canciller escribió que llevar el velo supone una "afirmación visible de separación" y "dificulta el establecimiento de relaciones positivas entre las dos comunidades".

A su vez, en una entrevista con la BBC, Straw reiteró que prefiere, "con todas las precauciones", que las mujeres musulmanas se quiten el velo cuando hablan con él, aunque "no estoy diciendo en absoluto que haya que legislar sobre el tema".

El debate acerca del uso del velo se inserta en una polémica mayor sobre la segregación y radicalización de la comunidad islámica en Gran Bretaña, situación que preocupa al gobierno particularmente a raíz de los sangrientos atentados de julio de 2005 en el transporte londinense, atribuidos a grupos musulmanes.

A diferencia de Francia, que decidió restringir el uso del velo en las escuelas, Gran Bretaña no impuso limitaciones a quienes quieran vestirlo. La postura asumida por Straw produjo indignación entre la numerosa colectividad islámica que reside en el Reino Unido, estimada en 1.800.000 personas, pero fue apoyada por la prensa conservadora.

Líderes de la comunidad musulmana criticaron de inmediato sus palabras y dijeron que era parte de una serie de declaraciones de miembros del Gobierno y del laborismo que ponían en duda el multiculturalismo. El presidente del Consejo Islámico para el Comité de Asuntos Sociales y Familiares de Gran Bretaña, Reefat Bravu, acusó a Straw de exacerbar las tensiones ya existentes. Por su parte, el presidente de la Comisión Islámica de Derechos Humanos, Massoud Shadjareh, calificó de "repugnantes" los comentarios de Straw.

Rushdie, quien saltó a la fama mundial en 1989 cuando fue objeto de una condena a muerte emitida por el extinto ayatollah iraní Rujollah Jomeini, bajo la acusación de blasfemar al islam en su novela Versos Satánicos, también sentó posición.  "Hablo como alguien que tiene tres hermanas y una extensa familia femenina musulmana. No hay un sola mujer que conozca en mi familia o entre mis amigos que aceptarían vestir el velo", dijo Rushdie. El escritor, además, remarcó que "el velo en un instrumento para quitarle el poder a las mujeres".

Fuente: Télam