Diego Blanco, el hombre de 29 años que se suicidó este domingo a las tres de la mañana en la Alcaidía de la Jefatura de Policía, acusado de haber abusado sexualmente y asesinado a su hija Camila de 10 años, confesó haber sido culpable de estos cargos, cerca de la medianoche de este domingo.

Una fuente cercana a la investigación, manifestó en contacto con Rosario3.com, que Blanco declaró en la Alcaidía a las doce de la noche de este sábado y que se hizo cargo de haber violado y pegado a la nena. “Dijo que se acordaba cuando la violó y que le había pegado pero no podía recordar cuándo la mató”, indicó una persona que prefirió no identificarse. “Dijo que era adicto a los psicofármacos y que había ingerido mucho Rivotril”, ahondó.

De acuerdo a la misma fuente, el padre de Camila no se mostró angustiado al momento de dar su testimonio. “Estaba muy preocupado por su situación y sí, decía que tenía miedo al castigo de Dios porque lo que había hecho no tenía perdón”.

Blanco había sido detenido en una celda de la Alcaidía de la Jefatura de Policía sin compañía de otros internos. Las autoridades, según trascendió, temían que fuera atacado ya que el abuso sexual infantil “no es tolerado por los presos”, confió esta fuente. “No pensamos que se iba a matar pero son cuestiones psicológicas que se deberán estudiar”, terminó.