Los precios en Alemania son altos para los argentinos, pero un grupo de chicos que llegó desde Rosario descubrió una manera para poder solventar los gastos: en Nuremberg las botellas de plástico de gaseosas y los vasos del mismo material son canjeados en los negocios por 25 centavos y un euro cada uno, respectivamente. "El otro día en Gelsenkirchen juntamos cien vasos entre cuatro y a cambio nos dieron cien euros, así podemos comer tranquilos y por ahí hasta nos damos algún lujo", le comentó uno de los chicos rosarinos a Télam. Es curioso, pero ya se vio a un grupo de periodistas enterados de esta situación con botellas de gaseosas vacías en sus manos. "Son para hacer un poco de ruido", contestan cuando un colega les pregunta acerca de la razón de semejante cantidad de envases en sus manos. Además de la carestía prevista, con el correr del Mundial los precios van aumentando. O hay una inflación galopante o los dueños de los negocios de Nuremberg se están avivando?, dicen a coro los argentinos.