Las populares supersticiones del mundo deportivo han encontrado hueco en una peliaguda contienda electoral en EE.UU., con apuestas para afeitarse o dejarse la barba y los bigotes de allegados al presidente Barack Obama.

David Axelrod, que figura en el reducido círculo de íntimos asesores políticos del presidente Obama, comenzó el miércoles con la inocente apuesta de que se quitará su famoso bigote, que lo ha acompañado durante "cuatro décadas", si el mandatario pierde en Pensilvania, Michigan o Minesota, el martes próximo.

Axelrod, director de comunicaciones de la campaña de Obama, hizo la apuesta durante el popular programa televisivo "Morning Joe" de la cadena MSNBC, como desafío ante la súbita expansión del mapa electoral que ha logrado el candidato presidencial republicano, Mitt Romney.

"Vendré al programa de Morning Joe y me afeitaré este bigote de 40 años si perdemos cualquiera de esos tres estados", prometió Axelrod, tras lamentar la influencia de las grandes donaciones en la contienda.

Una encuesta del diario Detroit News y el canal de televisión WDIV indicó el miércoles que la ventaja de Obama frente a Romney en Michigan se ha reducido a menos de tres puntos, de 47,7% a 45%, cuando a principios de mes su ventaja era de 6,7 puntos.

A cuatro días de los comicios generales, que serán o bien un referendo sobre el mandato de Obama o una exigencia de cambio de rumbo, esa encuesta ha insuflado energías al bando de Romney y nerviosismo al de Obama.

Axelrod buscó minimizar la idea de que Obama ahora sea vulnerable en esos tres estados, argumentando que se apoya "en investigaciones sólidas" y no en encuestas que dan palos de ciegos porque "están por todas partes del mapa" electoral.

Sin embargo, esta semana su campaña se ha puesto a la defensiva y ha canalizado cuantiosos recursos allí para frenar cualquier avance republicano.

Para mantener el tono jocoso de la "apuesta del bigote", el presentador del programa, Joe Scarborough, prometió que se dejará crecer el suyo si Obama arrebata a Romney los estados de Florida o Carolina del Norte, que por ahora se inclinan hacia el republicano.

Axelrod y Scarborough sellaron el pacto y prometieron cumplir su promesa si pierden en tan solo uno de los estados.

La apuesta ha dado un toque humorístico a la contienda, al punto que "el bigote de Axelrod" ya tiene cuenta propia en Twitter, con un mensaje que reza: "he estado en este rostro desde 1972".

La cuenta @AxelrodsStache, desde donde el famoso bigote aporta comentarios sobre la contienda, tiene ahora 1.336 seguidores.

Más tarde, el encuestador político Nate Silver, que ha dicho que Romney tiene apenas un 21% de posibilidades de convertirse en presidente, se sumó a las apuestas, confiado de que sus modelos estadísticos le darán la victoria a Obama.

Silver, conocido por su popular página web "FiveThirtyEight", ofreció a Scarborough una apuesta de mil dólares, que donará a una organización caritativa si la pierde, de que Obama ganará la reelección, después de que éste se mofara de sus predicciones.

También el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, sembró la idea entre los periodistas de que no va a afeitarse hasta pasadas las elecciones del martes próximo.

La contienda electoral se ha convertido en terreno fértil para las apuestas y supersticiones, normalmente populares en las justas deportivas, como es el caso de los competidores de la Copa Stanley, o los jugadores del fútbol americano que se dejan crecer la barba como talismán durante las eliminatorias del Super Bowl.

Según el Centro de Investigaciones Pew, ninguno de los dos bandos ha conseguido una ventaja considerable en las postrimerías de la contienda, ni tiene despejado por completo el camino para conseguir los 270 votos del Colegio Electoral que se requieren para ganar la presidencia.

El panorama electoral es tan reñido como impredecible y nadie se atreve a hacer apuestas, salvo osados periodistas o los más fieles seguidores de Obama.