La diputada provincial Alicia Gutiérrez criticó el nuevo emprendimiento de Juan Cabrera, alias Indio Blanco, que pretende reconvertir el clausurado cabaret La Rosa en una casa de comidas rápidas. Salchichas catalanas y blues, es el combo que el local de Callao 125 bis ofrecerá bajo el nombre “La Butifarra”. “Cabrera es un proxeneta, no se le puede autorizar abrir nada”, se quejó la legisladora.
“¿Quién puede creer que ahora es un hombre de bien?”, se preguntó Gutiérrez en diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2. Y enfatizó: “Está imputado y procesado por dos graves delitos, proxenetismo y facilitación de la prostitución”.
De este modo, la diputada del Solidaridad e Igualdad (SI) se desmarcó de la postura de Gabriela Sosa, referente feminista de Libres del Sur y de Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá) quien había destacado como un logro de la militancia la transformación del sexy bar en un restaurant.
“No comparto”, fustigó y pidió que la Justicia “siga actuando y que la Municipalidad estudie la posibilidad de no darle ninguna autorización”. Insistió, además, en la necesidad de reforzar los controles.
Para Gutiérrez, es difícil que después de muchos años como proxeneta, el cambio de vida que dice experimentar Cabrera sea cierto.
La legisladora en el Frente Progresista advirtió que la solución a la trata debe pasar inevitablemente desde la cultura. En tal sentido, propuso comenzar a discutir sanciones a quienes hagan “uso de los cuerpos de la mujeres”.
“¿Quién puede creer que ahora es un hombre de bien?”, se preguntó Gutiérrez en diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2. Y enfatizó: “Está imputado y procesado por dos graves delitos, proxenetismo y facilitación de la prostitución”.
De este modo, la diputada del Solidaridad e Igualdad (SI) se desmarcó de la postura de Gabriela Sosa, referente feminista de Libres del Sur y de Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá) quien había destacado como un logro de la militancia la transformación del sexy bar en un restaurant.
“No comparto”, fustigó y pidió que la Justicia “siga actuando y que la Municipalidad estudie la posibilidad de no darle ninguna autorización”. Insistió, además, en la necesidad de reforzar los controles.
Para Gutiérrez, es difícil que después de muchos años como proxeneta, el cambio de vida que dice experimentar Cabrera sea cierto.
La legisladora en el Frente Progresista advirtió que la solución a la trata debe pasar inevitablemente desde la cultura. En tal sentido, propuso comenzar a discutir sanciones a quienes hagan “uso de los cuerpos de la mujeres”.