El secretario general de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, presentó hoy un documento que indica que durante 2005 hubo aproximadamente 200 millones de inmigrantes. A pesar de que la mayoría eligió asentarse en países ricos, unas 75 millones de personas pasaron de un país en vías de desarrollo a otro. Según lo describió en su reporte presentado ante la asamblea de la ONU, se trata de un "mapa de carretera para esta nueva era de movilidad" que, en 2005 encontró un estimado de 191 millones de emigrantes alrededor del mundo, casi un cuarto más que en 1990, que hubo 155 millones, publicó en su sitio la BBC de Londres. Annan señaló que las migraciones son, en la actualidad, una parte importante de la vida a nivel internacional: "Las migraciones internacionales, apoyadas por las políticas correctas, pueden ser muy beneficiosas para el desarrollo tanto de los países de donde vienen, como para el país a donde llegan (los emigrantes)", dijo Annan en su discurso. Sin embargo, advirtió que esos beneficios "dependen de que los derechos de los emigrantes sean respetados y mantenidos". El reporte también indica que, en algunos casos, el dinero enviado a sus países de origen representa una amplia porción del ingreso nacional. Tal es el caso de naciones como Filipinas, Serbia y Montenegro. El informe también destacó el riesgo de "fuga de cerebros". Se estima que el 60 por ciento de las personas con mayor nivel educativo de Guyana, Haití y Jamaica, viven fuera de sus países. Según se indica en el reporte, Europa recibió el 34 por ciento de todos los emigrantes en el 2005, Norteamérica el 23 y Asia el 28 por ciento. Por su parte, África absorbió el 9 por ciento y Latinoamérica el 3, al igual que Oceanía. En ese sentido, altos funcionarios africanos y europeos delinearon un plan conjunto para enfrentar la creciente crisis respecto a los inmigrantes ilegales que hacen peligrosos viajes para llegar de África a Europa. Su plan, el cual será adoptado formalmente en una conferencia sobre migración que se realizará en Marruecos el mes que viene, que incluye medidas preventivas más duras con el propósito de desalentar a jóvenes africanos de dejar sus tierras de origen. Sin embargo, el ministro del Interior de Senegal, Ousmane Ngom, dijo en la reunión en Dakar que las migraciones no podrían ser erradicadas ya que "continúa siendo un motor de la historia", lo que presenta "ventajas enormes".