Detectar un cáncer de pulmón en etapa I o inicial mejora de forma importante el pronóstico del paciente. Sin embargo, para un grupo de ellos, la posibilidad de entrar a pabellón para extirpar el tumor es nula.

Debido a que son o han sido grandes fumadores, alrededor del 20% está tan debilitado por enfermedades cardiovasculares o enfisemas, que no soportarían una cirugía.

Sin embargo, un estudio divulgado hace unas semanas en la 51 Reunión Anual de la Sociedad Estadounidense de Radiación Oncológica (ASTRO) demostró que estos pacientes tienen una mejor opción.

Investigadores del Grupo Oncológico de Radioterapia de Estados Unidos (RTOG) trataron a 55 personas con cáncer pulmonar inicial, pero inoperable. Todos ellos recibieron la llamada radioterapia estereotáxica corporal.

Se trata de un tipo de radioterapia que utiliza un sistema de coordenadas tridimensionales para localizar con gran exactitud el tumor. Éste luego se irradia con haces altamente precisos que apuntan sólo a la zona afectada, lo que permite administrar dosis muy altas protegiendo los órganos o tejidos sanos adyacentes.

"Mientras la radioterapia convencional permite controlar 30 a 50% de estos tumores, en un seguimiento de tres años la radioterapia estereotáxica erradicó el tumor en el 98% de los pacientes", destaca el doctor Robert Timmerman, oncólogo radioterapeuta que lideró el estudio.

"Para estos pacientes, hasta ahora había dos opciones: mantenerlos en observación o someterlos a radiación convencional para destruir o reducir las células cancerosas, lo que habitualmente significa 30 sesiones repartidas en seis semanas", explica el doctor Andrés Córdova, presidente de la Sociedad Chilena de Radioterapia Oncológica.

Resultados similares obtuvieron investigadores de la U. Karolinska (Suecia), que en julio publicaron su estudio en el Journal of Clinical Oncology.

Timmerman, quien estuvo en nuestro país invitado al XII Congreso Chileno de Radioterapia, destaca que los resultados obtenidos "son el primer cambio significativo en el estándar de tratamiento para cáncer de pulmón en 50 años".

Esto, porque no sólo el control del tumor supera ampliamente a la radiación convencional, sino porque "es un tratamiento que sólo requiere entre tres y cinco sesiones, que se realizan en una semana. Además, la recuperación tras la sesión es muy rápida, por lo que el paciente puede volver a su vida normal sin problemas".

Los resultados fueron tan sorprendentes, que algunos países han decidido adoptar de inmediato esta radioterapia, sin pasar previamente por estudios con un número mayor de pacientes.

El equipo de Timmerman, en tanto, ahora planea estudiar si los pacientes con tumores operables podrían evitar la cirugía recurriendo a esta técnica no invasiva y ambulatoria.

Fuente: El Mercurio - Chile