El abogado de Callejeros solicitó la realización de pericias psiquiátricas para establecer si "son peligrosos para sí o terceros" tres padres de víctimas de la tragedia de Cromañón que advirtieron ante la prensa que "si hay que matar, mataremos".
Eduardo Guarna efectuó la petición ante el juzgado de instrucción a cargo de Silvia López Crespo, donde se encuentra radicada desde hace meses una denuncia por amenazas y coacción agravada contra Ricardo Righi, Nora Bonomini y Luis Fernández.
"Ante la gravedad de los hechos y el nivel de amenazas vertidas, solicito la pronta intervención de los médicos forenses para que se practiquen los exámenes de rigor para poder determinar" si esos tres padres "son peligrosos para sí o terceros y en consecuencia tomar las medidas cautelares aconsejadas para el caso".
Guarna destacó que Righi, Fernández y Bonomini "han venido ejerciendo una fuerte presión hacia distintos funcionarios judiciales y el grupo musical Callejero con sus amenazas" y manifestó su alarma por "el grado de peligrosidad que entraña el estado actual de la situación".
El letrado concluyó su pedido señalando la urgencia con la que a su criterio debería actuarse, "máxime cuando se evidencia un grado de desesperación sin límite, pregonando «... si tenemos que matar, mataremos»".
Eduardo Guarna efectuó la petición ante el juzgado de instrucción a cargo de Silvia López Crespo, donde se encuentra radicada desde hace meses una denuncia por amenazas y coacción agravada contra Ricardo Righi, Nora Bonomini y Luis Fernández.
"Ante la gravedad de los hechos y el nivel de amenazas vertidas, solicito la pronta intervención de los médicos forenses para que se practiquen los exámenes de rigor para poder determinar" si esos tres padres "son peligrosos para sí o terceros y en consecuencia tomar las medidas cautelares aconsejadas para el caso".
Guarna destacó que Righi, Fernández y Bonomini "han venido ejerciendo una fuerte presión hacia distintos funcionarios judiciales y el grupo musical Callejero con sus amenazas" y manifestó su alarma por "el grado de peligrosidad que entraña el estado actual de la situación".
El letrado concluyó su pedido señalando la urgencia con la que a su criterio debería actuarse, "máxime cuando se evidencia un grado de desesperación sin límite, pregonando «... si tenemos que matar, mataremos»".
