Un equipo del hospital Royal Free de Hampstead (norte de Londres) ha sido autorizado a llevar a cabo el primer trasplante mundial de rostro completo, posiblemente en el plazo de un año, informaron fuentes sanitarias británicas.

El equipo de cirujanos, encabezados por el profesor Peter Butler, de la citada unidad sanitaria, recibió la autorización de un comité de ética del Servicio Nacional de Salud (NHS, siglas en inglés).

La iniciativa de Butler surgió tras el éxito que tuvo la intervención parcial de este tipo de trasplante practicada a la francesa Isabelle Dinoire, de 38 años, en noviembre pasado en el hospital universitario de Amiens (norte de Francia).

Butler, que ha pasado años investigando ese procedimiento quirúrgico, se mostró "encantado" con la noticia y confió en que la operación se pueda llevar a cabo en un año.

"Estoy encantado de que nos dieran el visto bueno. Ha sido un camino largo pero éste es, en realidad, sólo el comienzo. La parte más importante del proceso empieza ahora, con la selección del paciente", subrayó el médico.

El equipo de Butler ha recibido peticiones de trasplante de rostro de 34 pacientes de todo el mundo, pero quiere que más gente exprese interés en este procedimiento.

Los expertos esperan elegir a cuatro pacientes del Reino Unido o la República de Irlanda, que serán seleccionados cuidadosamente, de acuerdo con un estricto criterio, según Butler, entre quienes tengan el rostro desfigurado, como puede ser a causa de severas quemaduras.

"Estos pacientes ya habrán tenido cirugía de reconstrucción, tal vez habrán tenido de cincuenta a setenta operaciones", afirmó Butler, de 44 años y que lleva siete trabajando en el Royal Free.

"Han llegado al final del proceso de reconstrucción y no hay nada más que se les pueda ofrecer", agregó el médico.

"Además, tienen el problema de integración en la sociedad, de poder caminar por la calle sin que nadie les mire. Eso es todo lo que quieren, ser normales", puntualizó.

El profesor ha pasado años estudiando trasplantes y asuntos como el rechazo de tejido o cuestiones psicológicas.

Se espera que la operación dure unas catorce horas y que el paciente tome fármacos especiales para evitar que el organismo llegue a rechazar el nuevo tejido.

Se estima que entre cuatro y seis cirujanos lleven a cabo la intervención, además de enfermeras y anestesistas, y varios psicólogos trabajarán con el paciente y la familia del donante.