La hipótesis de del estudio de Desarrollo de Riesgo Arterial Coronario en Adultos Jóvenes (Coronary Artery Risk Development in Young Adults, CARDIA) fue establecer si el “viaje activo” al trabajo, caminando o en bicicleta, contribuye a mejorar la salud y disminuir la obesidad y otros factores de riesgo vascular.

Los investigadores interrogaron a los 2364 participantes seleccionados acerca del tiempo que duraba su viaje al trabajo y que porcentaje del mismo realizaban en transporte automotor, a pie o en bicicleta. Además se registró el índice de masa corporal (IMC) y se consideraron los valores séricos de las lipoproteínas de alta densidad (HDL) y de baja densidad (LDL), de los triglicéridos y de la glucosa y la insulina en ayunas.

Se observó que el 16,7% de los participantes realizaban el viaje al trabajo de manera activa, la mayor parte de ellos, caminando. En los hombres, esta actividad se asoció con menores valores séricos de triglicéridos y de insulina, menor presión arterial diastólica e IMC y aumento de HDL. Estas asociaciones no fueron significativas en las mujeres, aunque sí tuvieron mejoras en su estado de salud.

La principales limitaciones de esta investigación son, por un lado su diseño, ya que los estudios transversales no permiten establecer relaciones de causalidad y, por el otro, la presencia del sesgo de selección ya que los participantes más activos probablemente mantengan esa conducta en el traslado al lugar de trabajo.

Finalmente, los autores recomiendan estimular el viaje activo al trabajo ya que mejora el estado de salud de hombres y mujeres y, además, disminuye diversos factores de riesgo vascular en los hombres.

Fuente: Medicina Geriátrica