El dueño de un taller de chapería y pintura tomó la decisión de regresar a su San Luis natal después de sufrir un violento asalto mientras trabajaba. Dos hombres lo llamaron por su nombre y lo amenazaron con dos armas de fuego. El chapista forcejeó con los delincuentes y no los dejó entrar a la vivienda, donde estaban sus pequeños hijos.

El intento de robo ocurrió el último viernes a las 20.30. Julio estaba pintando un auto que tenía que entregar de manera urgente cuando escuchó que lo llamaban por su nombre desde la puerta, que a esa hora ya estaba cerrada.

“Yo estaba pintando un auto cuando escucho que llaman «Julio, Julio». Me dicen que venían de parte de un chico de acá para que les pinte una cacha de moto”, describió la víctima del asalto en Telenoche (El Tres).

“Yo tenía cerrado. Cuando abro la puertita, sacan dos revólveres y me mandan para adentro”, señaló Julio. “No entiendo como vinieron y me apretaron así, diciendo mi nombre, porque no los conozco”, agregó.

El trabajador dijo que uno de los delincuentes “tenía entre 18 y 20 años y el otro entre 30 y 40”. “Querían entrar a mi casa y yo tenía a los dos nenes adentro, forcejeamos en la puerta, me apuntaban con el arma, y no los dejé entrar”, afirmó.

“Me decían que les dé la plata que tenía arriba. Para mí alguien les avisó porque nunca me quedo hasta tan tarde trabajando, pero ese día tenía que entregar un auto sí o sí”, siguió el puntano. “Me partieron la cabeza con la culata del revólver pero los peleé y no los dejé entrar”, añadió.

Los ladrones se llevaron dos celulares y la mochila de uno de los hijos de la pareja con los útiles escolares. “Me salvé de milagro porque no estaban drogados, las armas estaban cargadas”, confió.

“Cuando logré zafar le pateé el portón al vecino y grité que llame al Comando, ahí se asustaron y se fueron. Los corrí y en la esquina los estaba esperando un (auto Chevrolet) Corsa”, concluyó.