Una carnicería de Granadero Baigorria vende a sus clientes en cuotas y con interés. No es un comercio mayorista: como consecuencia de la crisis los vecinos le piden financiar con tarjeta de crédito compras menores, incluso de un kilo de carne.

“Este fin de semana, por ejemplo, vendí 300 pesos en tres cuotas. Tengo los tickets”, aseguró Rubén Pascualini en diálogo con el periodista Alberto Lotuf (A diario, Radio 2).

Pascualini, titular de dos comercios de la localidad vecina de Rosario, dijo que empezó a ofrecer a sus clientes la posibilidad de abonar con tarjeta de crédito (hasta seis cuotas y con “un pequeño interés”) y si bien no lo promocionó es algo que se expandió.

“A la gente realmente no le alcanza la plata. No son la mayoría (los que compran en cuotas) pero sí es un porcentaje que nunca lo vi. Me piden hacerlo en hasta cinco o seis cuotas. Nunca me pasó en 30 años”, aseguró el carnicero.

En el caso de una compra en tres cuotas aplica un interés del 5% y si son más plazos, el porcentaje se incrementa.

“Hace un año empecé con esto, si bien la ciudad ha crecido seguimos con alma de pueblo. Entonces viene un cliente y me dice: «¿Rubén me das cuotas?», y se las doy. Los conozco, son gente de trabajo pero que no llega fin de mes”, describió Pascualini.

El comerciante aseguró que lo que más vende son cortes populares: brazuelo, puchero, osobuco o falda económica. “Los mas económicos los lleva la mayoría y no tan solo la gente humilde”, dijo el carnicero.

Contó que el kilo de ternera especial lo tiene en 240 pesos y el lomo a 289, “es lo más caro que tengo”, aclaró.

El comerciante aseguró que para mantener abierto tuvo que reducir sus gastos y su ganancia. “Los márgenes que manejamos son inferiores a los que se manejaron siempre. Hay que mantener un gran cupo de venta y tratamos de estar muy apretados en gasto, gasto publicitario por ejemplo, y en energía, tenemos ahora un generador propio”, dijo y contrastó: “Muchos colegas han tenido que cerrar”.