"Libre puedo ser mucho más peligrosa", confió Elisa Carrió, candidata a presidenta por la Coalición Cívica, quien fuera la última en salir a reconocer el triunfo oficialista en las urnas. Lilita adelantó que no piensa volver a postularse para dirigir el país pero que no piensa renunciar a ser la líder de la oposición.
"Amo profundamente la libertad, amo ser un ciudadano libre. No ocupo una banca, un cargo y es la ultima prueba que doy de que lo hecho en mi vida política siempre fue para otros y no para mí", aseguró la líder de la Coalición Cívica en diálogo con Luis Novaresio, en Radio 2. "No renuncio al liderazgo, solo digo que no voy a tener cargos", aclaró.
"Mi camino no es la confrontación con Cristina. No estoy para disputar poder sino para abrir caminos", sostuvo. Consultada sobre el por qué de su decisión, confió: "Quiero ver las nuevas generaciones gobernando, quizás seré ministra de Educación del próximo gobierno". Lilita señaló que su objetivo ahora es "construir una oposición responsable, civilizada, moral, plural y democrática" y aseguró que en cuatro años imagina "muy bien al país, afianzando la Coalición para que llegue a ser gobierno".
Relajada tras una noche de nervios, Lilita también se permitió bromear y dijo que ahora es “libre” y que "se va al mar". También agregó que va a tener más tiempo para "bordar y tejer".
Primero las quejas, después admitir la derrota
Ya entrada la madrugada, cuando hasta sus seguidores pedían terminar con la larga espera, Elisa Carrió admitió la victoria en primera vuelta de Cristina Kirchner, algo que se había negado a hacer a la medianoche, cuando salió a acusar al oficialismo de demorar la carga de datos de los lugares donde la Coalición Cívica mejor elección hizo.
El escenario que intentó montar la Coalición Cívica a la 1.40 de este lunes era de festejo, por el hecho de haberse convertido en la segunda fuerza del país y por la buena cosecha en cuanto a bancas legislativas: no sólo tendrá una buena cantidad de diputados, sino que además suma al menos cuatro senadores, dos por Capital federal y dos por Tierra del Fuego.
“Agradecemos profundamente que esta fuerza se haya constituido claramente en la segunda fuerza del país habiendo ganado por amplísimo margen las grandes ciudades del país”, arrancó Carrió, resaltando el triunfo en Rosario, Capital Federal y también en Mar del Plata, bahía Blanza y Zárate, entre otras localidades.
Luego admitió falta de inserción en el país y prometió trabajar para mejorar la presencia de la Coalición en el interior profundo, con el objetivo de ser gobierno dentro de cuatro años.
“La Coalición Cívica llegó para quedarse, como fuerza republicana y plural a lo largo y ancho del país”, enfatizó.
En cuanto a su futuro, deslizó la posibilidad de no ser ella la candidata presidencial para 2011. “Es mi decisión irrevocable acompañar a la Coalición Cívica para que de esta fuerza emerja el futuro presidente o presidenta de la Nación en cuatro años”, dijo, para luego resaltar que su lugar estará en el llano: “Seguramente no volverán a verme en el Parlamento”.
Antes, a la medianoche, cuando el matrimonio presidencial ya festejaba lo que daba por triunfo seguro, pasada la medianoche Elisa Carrió salió a hablar con la prensa por primera vez después de cerrada la votación, pero no, como se creía, para admitir el triunfo de la primera y proclamarse segunda, sino para denunciar irregularidades en la carga de datos y avisar que hasta que no están contados el 60 por ciento de los sufragios no va a reconocer una tendencia definitiva.
Carrió responsabilizó por la supuesta maniobra al Correo y a las autoridades nacionales y sostuvo que “en ningún país civilizado del mundo se puede sin escrutar el 60 por ciento de los votos proclamar una presidencia que no tiene ni siquiera una tendencia clara”.
“Lamento profundamente que nuestra Nación no tenga instituciones sólidas que den tranquilidad y certeza de los resultados electorales. Lo grave es no tener una autoridad nacional respaldando los números de estos comicios”, insistió.