Dos años después del secuestro y asesinato del adolescente Matías Berardi, la Justicia condenó a cinco de los once imputados a cadena perpetua, otros cinco con penas que van desde los 17 a los 24 años de reclusión, en tanto una acusada recibió la absolución. La querella se mostró conforme pero anticipó que apelarán este último fallo.

El fallo fue dictado por el Tribunal Oral Federal (TOF) 3 de San Martín contra el herrero Richard Fabián Souto (46), su concuñado Néstor Facundo "el Chino" Maidana (25), Damián Sack (26), Gabriel Raúl "Larry" Figueroa (27) y Gonzalo Hernán Alvarez (34), indicó Télam.

Además de las prisiones perpetuas fueron condenados otras cinco personas a penas de entre 24 y 17 años de prisión.

El Tribunal Oral Federal (TOF) 3 de San Martín condenó de esta manera a la esposa del herrero Souto, Ana Moyano, a 24 años de prisión; a su hija Jennifer Souto, a 17 años; a su cuñada Celeste Moyano, a 19 años; a Federico Esteban Maidana, a 21 años y a Elías Emanuel Vivas, a 18 años.

La única absuelta de los once fue Alexia Yamila Moyano que al momento del crimen era menor de edad; tenía casi la misma edad que la víctima: ella 17 años, él 16.

Las sentencias del tribunal integrado por los jueces Elbio Osores Soler, Lidia Soto y Germán Castelli se correspondieron con los pedidos de la Fiscalía y dejaron satisfechos a los querellantes, quienes no obstante había pedido perpetua para todos y ya advirtieron que pedirán los fundamentos de la absolución de Yamila

Según publicó Infobae, “seguramente apelaremos”, comentó el abogado de la familia Berardi, Eduardo Durañona, quien en su momento había solicitado que los culpables “se pudrieran en la cárcel”. 

Por su parte, la madre de Matías, María Inés Daverio, sostuvo, una vez conocido el veredicto, que las pruebas contra los imputados eran concluyentes e incluso “hubo muchos testigos que declararon, pese a que tenían miedo”.

Finalmente señaló que espera que en el futuro ninguno de los condenados pueda tener la chance de “salir libres y seguir delinquiendo”. 

Al momento de ser secuestrado Matías estaba a punto de cumplir 17 años. El 29 de septiembre de 2010 había salido de bailar de Pacha, un boliche de la costanera norte, desde donde alquiló una combi que lo dejó en ruta 26 y Panamericana. Fue allí, a eso de las 5.30 cuando fue secuestrado. No obstante, sus captores no lo mataron hasta el días siguiente, luego de extorsionar a su familia con un rescate. El joven apareció muerto de un balazo en la espalda en un descampado de Campana.