El secretario de Seguridad de Córdoba, Alberto Bertea, renunció a su cargo para evitar presuntas sospechas
que indican que desde su función podría "entorpecer" la investigación del crimen de Nora Dalmasso. 

"Motiva mi renuncia el convencimiento de que con mi alejamiento del cargo se evitarán los comentarios malintencionados de quienes, por mezquinos intereses, pretenden sospechar que mi desempeño personal y funcional podría entorpecer la investigación y esclarecimiento de un crimen que enluta a Río Cuarto y a la provincia", precisó en su carta de renuncia. 

Bertea envió el martes a la noche la misiva, a la que tuvo acceso Télam, al gobernador José De la Sota y este miércoles por la tarde el mandatario anunció oficialmente que le aceptaba la renuncia y le agradeció "los servicios prestados". 

"No podría permitir de ninguna manera que mi permanencia en el cargo sirva de excusa para quienes pretenden cuestionar la actuación del Ministerio de Seguridad o la Policía de la provincia en el hecho mencionado, desconociendo deliberadamente, que la misma actúa exclusivamente bajo las órdenes de los fiscales de la causa", agregó Bertea en su renuncia. 

En tanto, los investigadores del crimen de "Norita" analizaban la posibilidad de citar a Bertea a declarar como testigo en los próximos días.

Durante la jornada, el fiscal del caso, Javier Di Santo, le tomó declaración testimonial a Ramiro Ferreira, un ex concejal y funcionario del municipio de Río Cuarto hasta hace un año. Ferreira arribó poco antes de las 11 a los tribunales locales y respondió por más de tres horas las preguntas del instructor judicial sobre dónde estuvo y qué hizo la noche del crimen de Dalmasso. 

Según las fuentes consultadas, Ferreira aseguró que esa noche concurrió a comer un asado junto a un grupo de amigos, entre los que estaba Bertea, en una casa del barrio Banda Norte, alejado de Villa Golf, y que se retiró de allí a las 5.30 para llevar a Rafael Magnasco, imputado por sospechas leves en la causa. 

Hasta el momento, todas las personas que declararon lo hicieron como testigos y, según explicó a Télam una fuente con acceso al expediente, "todos han aportado datos a la causa". El investigador consultado agregó que se analizan "todas las reuniones y fiestas que hubo la noche del crimen en Villa Golf y sus alrededores para determinar si esas personas pudieron ver algo sospechoso". 

Respecto de la pesquisa, el abogado Daniel Lacasse, amigo de la familia de Dalmasso, había dicho ayer que "hay que investigar con firmeza que pasó en Río Cuarto la noche del crimen, quién anduvo por Villa Golf, qué asado y fiestas hubo" tras asegurar que no tiene "la menor duda" que el asesino está en la ciudad. 

Dalmasso fue hallada asesinada la tarde del domingo 26 de noviembre pasado desnuda en el dormitorio de su hija, en su casona del barrio Villa Golf ubicada en la calle 5 número 627, en Río Cuarto, a 230 kilómetros al sur de la capital provincial. La mujer estaba sola en el domicilio familiar por ausencia de sus dos hijos y su esposo, quien había viajado a la ciudad uruguaya de Punta del Este para participar de un torneo de golf, que terminó ganando. 

Según el resultado de la autopsia, el asesino dejó marcas de sus dedos en el cuello de la mujer, a quien asfixió por compresión manual además de haberla estrangulado con el lazo de su bata. En razón de ello, las autoridades judiciales descartaron la posibilidad de un juego sexual que terminó en accidente (hipoxifilia) y afirmaron que la muerte se debió a un homicidio.

Fuente: Télam