Por los costos políticos del caso Pomar, el gobernador bonaerense Daniel Scioli ordenó al ministro de Seguridad, Carlos Stornelli, el pedido de renuncia de la cúpula de la Policía, incluida la del jefe de la fuerza, Carlos Paggi, y el relevo de tres comisarios responsables de la búsqueda de la familia en el área de Pergamino y distritos vecinos. Así, queda claro que para el poder político sí hubo fallas en los rastrillajes que dieron resultado negativo durante casi un mes a pesar de que los Pomar habían sufrido un accidente.

En realidad, la supuesta negligencia policial en el caso Pomar no es el único punto de cuestionamiento hacia la fuerza, en medio de la ola de inseguridad en la provincia de Buenos Aires. Justamente de ambas cuestiones habló ayer Scioli con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.

Según publica el diario Clarón, luego de esa reunión con Fernández Scioli recibió a Stornelli y decidió los pedidos de renuncia a los 15 comisarios generales, incluido Paggi.

Las salidas son para "preservar la investigación de Asuntos Internos", según el comunicado del Ministerio de Seguridad. Allí debería determinarse el número de rastrillajes terrestres y aéreos hechos durante casi un mes de búsqueda.

Paggi aseguró ayer que el personal actuó "debidamente", aunque por la mañana, el director de Investigación Criminal, Paul Starc, había admitido en declaraciones radiales que "en algún lado falló" la investigación y señaló que se procura establecer "quiénes son los responsables de los rastrillajes que se realizaron por esa zona".