El juez federal 3 de Rosario, Carlos Vera Barros, le tomó este sábado declaración indagatoria al jefe de la seccional 2ª de esta ciudad, Néstor Fernández, detenido el viernes en la causa que investiga por presunta protección a narcotraficantes al ex jefe de la policía de Santa Fe, Hugo Tognoli. También prestó declaración el cabo Carlos Quintana, que prestaba servicios en la localidad santafesina de Villa Cañás. Ambos negaron las acusaciones y quedaron detenidos en dependencias locales de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).

Al término de la declaración, el abogado de Fernández, José Vázquez, aseguró que no existe "ninguna prueba" contra su defendido y reclamó por el modo en que fue detenido.

Además dijo al equipo periodístico de El Tres en la puerta de Tribunales que pedirá la excarcelación del comisario por falta de elementos en su contra.

El comisario Fernández y el cabo Carlos Quintana están imputados en la causa por la que está detenido el comisario Tognoli, investigado por presunta protección a narcotraficantes del sur de Santa Fe.

Fernández fue detenido ayer por la tarde en su lugar de trabajo, la seccional segunda, ubicada en el centro de Rosario, de donde salió esposado y custodiado por personal de la PSA, dijeron a Télam voceros del procedimiento.

Está acusado de ser el responsable de una clave de seguridad para acceder a la base de datos del Registro Nacional de la Propiedad Automotor (RNPA), desde la cual en 2009 se realizó una consulta para luego darle aviso a un hombre acusado de narcotraficante de que era seguido por vehículos de la PSA.

Según los investigadores, gracias a ese aviso, Carlos Andrés Ascaíni, un hombre de 37 años procesado por narcotráfico, logró escapar de un procedimiento de la fuerza federal.

"Un atentado a los derechos humanos"

El abogado defensor del comisario Fernández, José Luis Vázquez, dijo en Tribunales que "en todo el expediente no hay ninguna referencia respecto a Fernández, ni un indicio, ni una presunción, no hay absolutamente nada".

"Esto es cuanto menos una privación ilegal de la libertad, un abrogamiento de todas las garantías constitucionales y de los pactos internacionales que la Argentina tiene signados, un claro atentado a los derechos humanos", sostuvo el letrado.

Según la investigación, Fernández fue el destinatario de la clave "segu210183" que permite el acceso a la RNPA, desde la cual se realizó la consulta que puso en aviso a Ascaíni de que era seguido por la PSA.

El abogado defensor de Tognoli, Eduardo Jauchen, difundió un acta de abril de 2008 por la cual su defendido hizo entrega de esa clave "en sobre cerrado" a Fernández, que en ese momento era agente de la Dirección de Prevención y Control de Adicciones (ex Drogas Peligrosas).

El texto del acta de entrega, firmado por Fernández, dice que la entrega de la clave "tiene carácter reservado, siendo responsable por su uso indebido" y por esa razón, el juez Vera Barros imputó a Fernández en la causa Tognoli.

Según el abogado Vázquez, el actual titular de la seccional 2da de Rosario "recibe la clave como integrante de la fuerza policial, después esa clave estaba en la computadora de la brigada con el número de usuario y contraseña, porque es un elemento de trabajo" al que otros agentes también tenían acceso.

De acuerdo a la investigación de la PSA, Ascaíni llamó a la comisaría de la localidad de Villa Cañás, donde reside, para preguntar por dos vehículos que lo seguían.

Desde allí, presuntamente el cabo Quintana -el otro detenido- averiguó que se trata de coches oficiales de la fuerza federal y le dio aviso a Ascaíni, que logró eludir el procedimiento.

El abogado de Fernández ratificó esa presunción: "Villa Cañás es un pueblito, Ascaíni vio que lo seguían dos chatas, lo llamó a este Quintana y le dijo: `Ché, me están siguiendo desde hace una hora, averiguame qué pasa`. Y le averiguó y le dijo: `Son de la PSA`".

Para Vázquez, "en el contexto social de Villa Cañás es algo absolutamente normal" que un policía le brinde información a una persona que llama telefónicamente para realizar una averiguación de ese tipo.

El abogado pidió la excarcelación de su cliente y también "que lo alojen en condiciones humanas, porque durmió en una habitación de dos por dos, llena de mosquitos arriba de un colchón de goma espuma sin funda, sin ropa de cama, sin comida, y habiendo podido ir al baño solamente a la noche".

En tanto, los dos policías quedaron detenidos a disposición del juzgado federal 3, que en los próximos días deberá resolver su situación procesal, al igual que la de Tognoli.