El número dos del régimen norcoreano, Kim Yong-nam, ofreció este martes una cena de bienvenida al presidente surcoreano, Roh Moo-hyun, con la que se cerró la primera jornada de la cumbre de las dos Coreas en Pyongyang.

Ambos políticos insistieron durante los brindis en la necesidad de una "reconciliación" para la península coreana y de que haya avances firmes en las relaciones entre ambos países.

"Espero que una exitosa prosperidad lleve a una vida mejor para nuestros pueblos", indicó el anfitrión Kim, que señaló que esta cumbre de líderes coreanos que se desarrolla ante los ojos del mundo es "histórica".

Por su parte, el presidente surcoreano consideró que ahora lo más importante es "construir confianza" entre los dos países y que los 70 millones de coreanos que asisten como espectadores a esta cumbre apoyan el diálogo y la paz entre las dos Coreas.

"Por una paz perpetua y una reconciliación en la península de Corea", concluyó su mensaje Roh.

Antes de ofrecer el banquete, Kim Yong-nam, que preside el comité permanente de la Asamblea Popular Suprema del país comunista, se reunió con el presidente surcoreano para abordar el asentamiento de la paz y la cooperación económica entre ambos países, según informaron periodistas que acompañan a la comitiva surcoreana.

Este encuentro fue el primer acto oficial que realizó el mandatario surcoreano, que permanecerá hasta el jueves en la capital norcoreana para una cumbre calificada de histórica.

En la sede del Parlamento de Corea del Norte, el presidente surcoreano fue recibido además por nueve altos miembros del Gabinete norcoreano y Kim Yong-nam elogió al estadista surcoreano por haber viajado a un lugar lejano.

Los dirigentes de ambos países tratarán de asentar la paz en la península y de reforzar sus lazos económicos con vistas a la reconciliación de los dos pueblos hermanos, divididos al fin de la guerra de Corea en 1953.

Fuente: EFE