Central Córdoba perdió ayer con Tristán Suárez y quedó al borde del descenso a la Primera C, categoría que abandonó a mitad de año pasado tras ganarle la promoción a Sportivo Italiano.

Los charrúas perdieron 2 a 1 con Tristán Suárez, un rival directo en la lucha por la permanencia, en Ezeiza y deberían cosechar al menos 14 de los 18 puntos que le quedan por jugar para tener chances de seguir en Primera B.

La única buena noticia es que Córdoba depende de sí mismo, aunque existen pocos elementos futbolísticos de los cuales tomarse para ilusionarse con la continuidad del equipo de Tablada en la B Metropolitana.

Córdoba debe visitar a Acassuso, San Telmo (lo precede en los promedios) y Villa Dálmine, mientras que recibirá a Los Andes (otro comprometido con el promedio), Estudiantes y Defensores de Belgrano.

Las matemáticas aún le hace un guiño, pero el rendimiento del equipo adentro de la cancha, permeable a cualquier contingencia y con escasísima capacidad de reacción, no permite albergar demasiadas esperanzas.