En medio de los problemas institucionales de Central, el plantel profesional de fútbol decidió no llevar a cabo la práctica prevista para este martes a la mañana, algo con lo que había amenazado el lunes ante una deuda salarial. Pero en horas del mediodía se llegó a un acuerdo con los interventores del club para recibir parte del pago, por lo que se levantó la medida que habían resuelto junto a Futbolistas Argentinos Agremiados.
La determinación que tomaron los jugadores de retomar los trabajos este mismo martes a la tarde –en el predio de Palos Verdes– fue tras un encuentro con los actuales dirigentes de la entidad, quienes les propusieron un plan de pago pese al embargo que recae sobre los bienes que la institución tenía habilitados para sueldos –sería entre 7 y 8 millones de dólares–, a causa de que aparecieron nuevos acreedores.
Es por eso que, además de suspender las actividades del equipo, el cuerpo técnico que encabeza Carlos Ischia se reunió con Sergio Marchi, secretario gremial de Agremiados, para decidir cómo continuar el reclamo.
Según precisó en Radio 2 Gerardo González, delegado local del gremio, la deuda es de tres meses, aunque durante un encuentro con Araujo no fueron notificados del embargo. “Además, la deuda es de sólo el cinco por ciento del dinero que Central tiene a disposición para pagar a sus empleados”, dijo el dirigente.
Sin embargo, los jugadores ya habían adelantado que el partido del viernes ante Banfield, como visitante, no corre riesgo, y menos ahora con el nuevo acuerdo.
La determinación que tomaron los jugadores de retomar los trabajos este mismo martes a la tarde –en el predio de Palos Verdes– fue tras un encuentro con los actuales dirigentes de la entidad, quienes les propusieron un plan de pago pese al embargo que recae sobre los bienes que la institución tenía habilitados para sueldos –sería entre 7 y 8 millones de dólares–, a causa de que aparecieron nuevos acreedores.
Es por eso que, además de suspender las actividades del equipo, el cuerpo técnico que encabeza Carlos Ischia se reunió con Sergio Marchi, secretario gremial de Agremiados, para decidir cómo continuar el reclamo.
Según precisó en Radio 2 Gerardo González, delegado local del gremio, la deuda es de tres meses, aunque durante un encuentro con Araujo no fueron notificados del embargo. “Además, la deuda es de sólo el cinco por ciento del dinero que Central tiene a disposición para pagar a sus empleados”, dijo el dirigente.
Sin embargo, los jugadores ya habían adelantado que el partido del viernes ante Banfield, como visitante, no corre riesgo, y menos ahora con el nuevo acuerdo.