Se planteó como una final y se jugó como tal. En realidad se vivió, porque de jugar hubo poco y nada en el 0-0 entre Central y River, que fue muy intenso por los nervios y lo que estaba en juego, pero que resultó un partidito chiquito desde lo futbolístico. Hubo muy pocas jugadas de riesgo y por el contrario abundaron las infracciones (fueron ocho los amonestados, entre ellos Medina, que no estará la próxima fecha).

Tantas faltas hubo en la mitad de la cancha que la primera situación de riesgo surgió justamente de un tiro libre a los 17 minutos para el canalla. Ricky Gómez metió un centro de izquierda a derecha que Peppino peinó cerca del borde del área y casi se le mete por arriba a Vega; se fue a centímetros.

Central tenía más la pelota y presionaba arriba a los defensores millonarios. Medina por la izquierda del ataque fue una buena carta, aunque no llegó a gravitar.

Con el correr de los minutos, River empezó a acomodarse y sobre todo gracias a un Chori Domínguez activo empezó a preocupar a los Juan Pizzi.

A los 37 Valentini falló en un cierre y la pelota le quedó a Cavenaghi, que estuvo tan dormido como el defensor canalla. Tres minutos después Sánchez acertó un único pase (el resto fueron entre malos e impresantables), Domínguez fue al fondo y tiró un centro que ni Cavenaghi, ni Trezeguet pudieron aprovechar.

Poco para contar en las áreas e innumerables forcejeos en la mitad. Como los de Medina y Ponzio en una jugada a puro manotazos donde ambos fueron amonestados.

En el resumen de las jugadas claras se reflejan los argumentos. Central presionando arriba y aprovechando los tiros libres, a ver si encuentra a Castillejos. Y River depositando sus esperanzas a una jugada aisalada de sus individualidades en ofensiva.

A los 33 el Maestrico González dejó la cancha lesionado en lugar de Lucas Ocampos.

La primera jugada del segundo tiempo fue un buen resumen de lo que ocurría en el campo de juego. Tiro libre para River. Maidana peleó tanto en el área con Alderete y Valentini que cuando le llegó la pelota ya había hecho el mayor esfuerzo y cabeceó débil.

Los 45 minutos previos y los posteriores estuvieron demás. Aunque parejo, fue un tiempo para cada uno.

Los dos se fueron conformes: Central porque sigue sólo en la punta con 69 unidades y River porque con el empate de Instituto mantiene su rol de escolta (los dos con 67). Los dos rivales de este sábado apuestan todo a ganar las tres finales que les quedan y por eso no quemaron las naves. Algo está claro, de los tres que pelean, dos podrán festejar el ascenso directo.