No fue un triste empate en cero el que protagonizaron Central y Banfield en el Gigante de Arroyito. Fue más bien eso que Carlos Bilardo define como partido perfecto, es decir, 90 minutos de juego en donde los esquemas defensivos funcionaron muy bien y se impusieron a los intentos ofensivos. No faltó ritmo y, por momentos, hubo jugadas de riesgo de ida y vuelta, pero los arqueros de ambos equipos -buenos equipos- se fueron con las vallas invictas.

Además, hay que decir que los pibes de Cuffaro Russo fueron en busca de los tres puntos, sobre todo en el segundo tiempo, donde llegaron las chances más claras.

A los 10 el travesaño le dijo no a un centro-tiro al arco de Gómez, y un minuto después Luchetti -quizás la figura del partido- le tapó un bombazo que Paglialunga sacó desde el borde del área chica.

Cinco minutos después, de contragolpe el Taladro lastimó con una salida rápida. La llevaron de derecha a izquierda, Silva abrió para Erviti y éste sacó un zurdazo que pasó a centímetros del arco.

Ambas instancias reflejan lo que fue la dinámica del partido: el local buscando y la visita respondiendo de contra (para más detalles ver el Minuto a minuto).

De arranque los dos equipos plantaron esquemas similares: presión en todas las líneas, solidez defensiva y velocidad en el ataque. Con el correr de los minutos, Central monopolizó el balón y el Taladro apostó a la contra. Pero ninguno de los dos arriesgó demasiado y por eso la paridad fue justa.

Los pibes no cumplieron con la misión de máxima que era volver a ganar de local, sumar 15 puntos y quedar como únicos punteros (incluso pasar a Huracán en la tabla para clasificar a la Copa Libertadores).

Pero, para quienes no estén mareados por esta cima inesperada del Apertura, lo del canalla este viernes arroja un buen saldo: fue sólido ante un Banfield que es escolta, cosechó un punto que sirve para el promedio (quedó uno abajo de Racing y dos arriba de Gimnasia) y sigue puntero -ahora junto a Estudiantes que goleó 4-1 a Huracán en el inicio de la 5ª fecha y también suma trece unidades-.

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El comentario de Néstor Clivati y Luis Ricossa (Radio 2)