Con algunos disturbios y decenas de detenidos finalizó en Santiago la marcha de unos 2.500 manifestantes que fue la primera de tres jornadas de protesta de estudiantes secundarios chilenos en demanda de educación pública gratuita y de calidad, informó la prensa local.

Poco después del mediodía, y a escasos metros de finalizar junto al Centro Cultural Estación Mapocho la caminata que había comenzado horas antes en la Plaza Italia, grupos de manifestantes quitaron vallas de seguridad y destrozaron semáforos y señales de tránsito, informaron los diarios La Tercera y La Nación en sus sitios de internet.

Paralelamente, aparecieron personas encapuchadas que arrojaron piedras a los carabineros que intentaron poner fin a los disturbios lanzando agua desde carros hidrantes. Los hechos terminaron con “decenas” de detenidos, según el estatal La Nación.

El ministro vocero del gobierno, Andrés Chadwick, relativizó los incidentes al señalar que “siempre hay algunos encapuchados que se aprovechan de las circunstancias” y afirmar que la manifestación había transcurrido en términos “normales” y “no produjo mayores alteraciones”.

Los jóvenes, que en 2011 mantuvieron tomados unos 500 colegios en todo el país por períodos de hasta siete meses, denunciaron que el ministro de Educación, Harald Beyer, no desea trabajar con ellos en búsqueda de las soluciones que reclaman.

De hecho, el presidente Sebastián Piñera marcó distancias con el movimiento estudiantil, subrayando que está liderado por militantes comunistas, con ideas distintas a las suyas, un liberal de derecha.

“No sé qué es lo que está pensando el presidente Piñera, porque decir que el movimiento estudiantil está equivocado es decir que todo Chile está equivocado”, dijo el dirigente Moisés Paredes, del liceo Arturo Alessandri Palma capitalino, en el inicio de la recorrida, según reflejó DPA.

Las protestas, que seguirán este jueves con una marcha de las universidades privadas y culminarán el 28 de este mes con una huelga estudiantil nacional, están marcadas además por los comicios municipales de octubre de este año y los presidenciales de 2013.

En ese contexto, una comisión investigadora de la Cámara de Diputados reveló en un informe -que no contó con los votos del oficialismo- que varios grupos empresariales retiran ilegalmente ganancias de las universidades privadas que administran.

“Aquí no hay delincuentes comunes, hay grandes mercenarios de la educación y entre ellos hay autoridades de la misma coalición gobernante; hay casos incluso que se asemejen a una especie de lavado de dinero”, subrayó ante ello la líder estudiantil Camila Vallejo.

“Los estudiantes de Chile nos cansamos y nos aburrimos de seguir viendo cómo hay empresarios delincuentes que se llenan los bolsillos”, secundó el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Gabriel Boric.

En Chile, debido a una reforma instalada en la dictadura del fallecido general Augusto Pinochet (1973-90), toda la educación superior es paga, incluso en las universidades públicas.

Decenas de universidades privadas florecieron en ese esquema, la mayoría de ellas sin desarrollar actividades de investigación, publicación o extensión académicas.

Además la mitad de los hogares recibe ingresos mensuales inferiores a los 800 dólares, pero la educación superior demanda pagos por hasta 12.000 dólares anuales.

Fuente: Télam