Marcelo Diez, eEl joven neuquino que permanecía desde hace 20 años en estado vegetativo sostenido por elementos artificiales, murió este martes por causas naturales a las 18.30, cinco horas después de conocerse el fallo que autorizaba a desconectarlo de los aparatos que lo mantenían con vida.

"Su último gran regalo fue que primero la Corte emitiera su fallo, ya que de otro modo, de haber fallecido primero, la causa entablada por los familiares se hubiera declarado abstracta", dijo a Télam Lucas Pica, abogado de la familia.

Marcelo Diez murió en el Centro Médico Cemic de la capital neuquina luego que la Corte emitiera por primera vez un fallo reconociendo la muerte digna, aplicando la ley nacional sancionada hace tres años.

El letrado contó a Télam que el joven, quien sufrió un accidente de moto en el año 1994, "estaba muy mal desde hace diez días y se esperaba este final para esta semana, tanto es así que su hermana viajó especialmente desde Buenos Aires y que su otra hermana está volviendo desde Ecuador, en donde reside".

"Para ellos fue en principio un alivio y después están lógicamente mal, aunque ya se habían despedido de él", dijo Pica y aseguró que "fue una larga lucha que culminó con este último regalo que nos hizo Marcelo a todos nosotros".

Los familiares no dieron a conocer el lugar del velatorio ni a partir de qué hora, aunque seguramente "se tratará de una ceremonia muy íntima", precisaron allegados.

El fallo

La Corte Suprema de Justicia de la Nación reconoció por primera vez la muerte digna al disponer la desconexión de los aparatos con los que Diez era alimentado y oxigenado en forma artificial desde hace 20 años.

Los familiares del joven habían entablado una demanda en la justicia provincial para que esto sucediera y lograron que el Tribunal Superior de Justicia de esa provincia se expidiera a favor, por lo que la Corte, en un caso único en la Argentina, avaló esta disposición con el argumento de que existía el consentimiento de sus familiares, quienes habían declarado que Diez les había dicho que no quería vivir en estado vegetativo.