No pudo ser. El partido que tanta expectativa generó en la ciudad y en todo el país terminó en derrota para Argentina. La selección nacional cayó este sábado por 3-1 frente a Brasil por la décimo quinta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas. Los goles brasileños fueron de Luisao y Fabiano, en dos oportunidades. Para los de Maradona, descontó Dátolo a los 19 del segundo tiempo.

Una multitud colmó el estadio de Rosario Central con la ilusión de ver a dos selecciones llenas de estrellas del fútbol mundial, en un partido determinante para la clasificación al Mundial de Sudáfrica del año que viene. Brasil, puntero en la tabla regional con este resultado, se clasificó para el torneo mundialista.

Argentina arrancó con todo. A pura presión se adueño de la pelota, que manejaba con criterio Verón, mientras Tevez y Messi se mostraban amenanzantes.

Brasil no encontraba la pelota. Pero Brasil es Brasil y dio clase de contundencia, es cierto, con la complicidad de la estática defensa argentina. Las dos primeras llegadas verdeamarelhas fueron goles, en ambos casos con jugadas de pelota detenida. A los 23 minutos Luisao cabeceó increíblemente solo a la red, a los 29 fue Luis Fabiano quien capturó un rebote ante las dudas albicelestes.

Argentina sintió los golpes y perdió la línea. Por el contrario, Brasil se acomodó a un partido a su medida con un Kaká que volvía loco a Mascherano.

En el complemento, Argentina reaccionó y volvió a meter presión sobre el arco de Julio Cesar. Pero cada contra brasileña amenaza con terminar en el arco de Andújar.

Hubo un soplo de esperanza. A los 19 minutos del complemento Jesús Dátolo descontó para Argentina con un zurdazo desde afuera del área. Fue un impulso que entusiasmó otra vez a un Gigante que quiso empujar al equipo al empate. Pero duró poco. A los 23 del segundo tiempo Luis Fabiano definió con maestría sobre Andújar una buena contra manejada por Kaká, a sa altura el jugador del partido.

A partir de allí, Argentina fue pura impotencia, mientras que Brasil tuvo un par de chances para aumentar, mientras su gente desataba una fiesta en la platea que da a Cordiviola.

Sí, la alegría fue solo brasileña. No es para menos: el equipo de Dunga ya se garantizó su lugar en el Mundial. El de Diego aún debe remarla si quiere estar en Sudáfrica. Y la fiesta que había armado Rosario no pudo ser.

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El comentario de Néstor Clivati (Radio 2).