El presidente de una organización que agrupa a militares retirados en Colombia, Jaime Ruiz Barrera, negó que esté en marcha una rebelión contra el presidente Juan Manuel Santos.

La declaración llegó debido a correos electrónicos que se cruzaron algunos miembros, aunque admitió el malestar castrense con el mandatario a raíz de promesas incumplidas sobre salud, salario y seguridad jurídica.

"No hay intención golpista ni nada parecido con los correos encontrados", aseguró Ruiz Barrera.

El supuesto intento golpista habría quedado de manifiesto en mensajes escritos por el general Eduardo Santos Quiñones, sin vínculo familiar con el jefe de Estado, y el mayor Jorge Galvis, miembros de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (Acore).

Santos Quiñones comentó en uno de sus mensajes que quiere ver "un mandatario de verdad", mientras que Galvis vaticinó que "llegará el momento" en el que algunos militares "pongan las cartas sobre la mesa" para exigirle al presidente que "cumpla con sus obligaciones y compromisos electorales, o de lo contrario removerlo del cargo, encargar un gobierno provisional y convocar elecciones en un tiempo no mayor de seis meses".

Ruiz, general retirado que presidente la Acore, explicó que los miembros de su organización no están promoviendo un golpe de Estado, sino expresando su preocupación por problemas de los ex militares que no fueron atendidos por el gobierno como la salud, el salario y la seguridad jurídica, reseñaron el diario El Colombiano, radio Caracol y DPA.

"Se está armando una tempestad en un vaso de agua", describió Ruiz con respecto a los correos, que hasta ahora no fueron comentados por el gobierno.

Según Ruiz, los correos electrónicos hablan "de la realidad nacional" y son "temas de carácter institucional, temas que tienen que ver con todo lo que en este momento afecta las reservas activas de la fuerza pública".

"No hay intención golpista ni nada parecido con los correos encontrados", insistió el general retirado a la cadena radial Caracol, aunque manifestó que los ex militares están preocupados porque la "falta de apoyo por parte del Estado" derive en "una desmoralización de las tropas".

"La preocupación es qué puede pasar con la seguridad en el país en el momento en que se intensifique esa agresión por parte de los terroristas y no podamos dar una respuesta contundente", alertó.

La organización no gubernamental Corporación Nuevo Arco Iris señaló que el hecho merece una rápida investigación, "si bien el correo puede ser el intercambio epistolar entre lunáticos, una nota apócrifa, o el lamento de sectores huérfanos de poder".

El ex presidente de la Corte Constitucional Alfredo Beltrán dijo al informativo de televisión Noticias Uno que los mensajes dejan entrever "una instigación para delinquir que refleja el propósito de aupar una rebelión para, con las armas, impedir el funcionamiento normal de la Constitución".

Por su parte, el ex director del servicio secreto y ahora columnista Ramiro Bejarano evaluó que los correos deben ser interpretados en el marco del ambiente que creó el ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010).

El analista político León Valencia consideró que "la mayor propuesta de desestabilización" del país es "jugar a la división de las Fuerzas Militares por parte del ex presidente Uribe", así como "jugar al golpe militar, como lo señalan esos correos".

Los mensajes fueron escritos después del atentado que el martes pasado dejó herido a Fernando Londoño, ministro del Interior y Justicia entre 2002 y 2004 y uno de los principales defensores del gobierno de Uribe desde los medios de prensa.

El ex fiscal general Alfonso Gómez comparó la actual situación con los rumores de golpe de Estado que sacudieron a Colombia en 1995 con el asesinato del dirigente derechista Álvaro Gómez.

El entonces presidente Ernesto Samper (1994-1998) sostiene desde entonces que el crimen estuvo relacionado con un intento para asestarle un golpe militar.

Fuente: Télam