La fibrilación auricular es una enfermedad caracterizada por unos latidos descoordinados de las aurículas del corazón, lo que provoca un ritmo cardiaco rápido e irregular. Una enfermedad que se corresponde con la arritmia cardiaca más frecuente y que, lejos de resultar inocua, conlleva un riesgo mucho mayor de padecer insuficiencia cardiaca, un infarto o un ictus. Entonces, y dada la gravedad de este tipo de arritmia, ¿qué se puede hacer para evitarla? Pues, entre otras medidas, comer chocolate.

Según un estudio dirigido por investigadores de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard en Boston (EE.UU.) y publicado en abc, las personas que consumen entre dos y seis porciones semanales de chocolate tienen un riesgo hasta un 20 % inferior de desarrollar fibrilación auricular.

Como explica Elizabeth Mostofsky, directora de esta investigación publicada en la revista "Heart", "nuestro trabajo se suma a las evidencias previas sobre los beneficios para la salud del consumo moderado de chocolate y destaca la importancia de los factores asociados al comportamiento para reducir, cuando menos potencialmente, el riesgo de arritmias".

En definitiva, parece que cuanto mayor es el consumo de chocolate, menor es el riesgo de padecer fibrilación auricular. Un beneficio directamente asociado al cacao que, además, no entiende de géneros y es similar para mujeres y varones. Pero cuidado: el chocolate debe comerse con moderación. Y es que como casi todo en esta vida, el exceso acaba teniendo un efecto perjudicial.

Como concluye Elizabeth Mostofsky, "el consumo de cantidades excesivas de chocolate no se encuentra en ningún caso recomendado dado que la mayoría de los productos con chocolate tienen una elevada cantidad de calorías procedentes del azúcar y las grasas, lo que puede conllevar el desarrollo de exceso de peso y de otros problemas metabólicos. Pero el consumo moderado de chocolate con alto contenido en cacao puede ser una opción ciertamente saludable".