La falta de consenso entre los distintos sectores involucrados en la discusión por el nuevo Código Urbano no debe ser, para algunos concejales como Carlos Comi, del ARI, un motivo para demorar la iniciativa.

Comi señaló que el proyecto de reforma “debe ser tratado sin más dilaciones tras haber sido escuchadas todas las voces en torno a la futura norma que regulará gran parte del desarrollo de la ciudad”.
 
El edil arista manifestó a través de un comunicado que “las sucesivas enmiendas corren el riesgo de desvirtuar el proyecto original presentado oportunamente por el Ejecutivo municipal”.
 
Comi expresó su comprensión hacia aquellos sectores que podrían verse afectados o perder oportunidades bajo el nuevo régimen, pero consideró que los intereses sectoriales no deben primar por sobre el interés general.
 
El edil aseveró que la ciudad, tras la aprobación del Código, dispondrá de una herramienta urbanística para los próximos 50 años y enfatizó que éste debe asegurar calidad de vida tanto para quienes hoy viven en ella como para las generaciones futuras.

Comi se manifestó propenso a limitar la construcción en altura para garantizar la calidad del aire, los corredores de viento y el acceso al sol para la mayor cantidad de vecinos posible.