El Concejo municipal aprobó los denominados “food-trucks”, es decir, la presencia de camionetas que vendan en la calle comida gourmet. Los alcances de la iniciativa.

De acuerdo a lo publicado por el sitio del Concejo de Rosario, este jueves en una extensa sesión que terminó poco después de las 21.40 se dio curso a la propuesta. El primer tema en debatirse fue el de los camiones de comida, a partir de un proyecto consensuado de los ediles Carlos Comi, de la Coalición Cívica-ARI; Martín Rosúa, de UCR 1983 y Jorge Boasso, del bloque Radical, quienes fundamentaron sobre la iniciativa.

Asimismo hablaron sobre el tema los ediles Héctor Cavallero, del Partido del Progreso Social (PPS); Norma López, del Frente para la Victoria (FPV); María Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular (IP); Roy López Molina, de Unión PRO Federal; Sebastián Chale, de Radicales Progresistas; Diego Giuliano, de Rosario Federal; el presidente del Concejo, Miguel Zamarini, de la bancada Socialista y Carlos Cossia, del Peronismo Solidario.

Al votarse el proyecto lo hicieron favorablemente las bancadas UCR 1983, Coalición Cívica-ARI, Radical, Unión PRO Federal; Socialista, Rosario Federal, Peronismo Solidario, Partido Demócrata Progresista (PDP),Unión Cívica Radical (UCR) y Radicales Progresistas, en total 15 votos; mientras se manifestaron en contra, los bloques del PPS; Iniciativa Popular, FPV y Compromiso con Rosario y el concejal Zamarini, 7 votos.

La ordenanza que modifica la Nº 7.703 que regula la venta ambulante autoriza el funcionamiento de los “food-trucks” o camiones de venta de comida

En los considerandos de la ordenanza se precisa que “la mayor profesionalización en la prestación de servicios está alcanzando incluso al fenómeno de la venta ambulante de alimentos, circunstancia que puede advertirse a nivel mundial a través de los fenómenos conocidos como “food-trucks”.

Define a los “food-trucks” como “camionetas u otros vehículos de mediano o gran porte, adaptados para la venta ambulante de comida gourmet que han ido surgiendo en las grandes ciudades del mundo para dar respuestas a la mayor demanda de comida sana, económica y de calidad, adaptándose a las condiciones de rapidez con las que se mueve la vida moderna en las grandes urbes”.

Al brindar algunos de los detalles el edil Rosúa lo consideró como “una figura nueva no tradicional” y aseveró que “no compite con lo tradicional”. Destacó que la intención es que “vendan comida sana y de calidad”.

Entre otros aspectos precisó que el que esté al frente del emprendimiento deberá “tener título de cocina otorgado por institución autorizada”.

En otro orden recordó que los comerciantes gastronómicos fueron escuchados y a partir de ello se modificó lo planteado respecto a la ubicación, dado que se fijó que sea a “200 metros” la distancia mínima de un comercio establecido y se “eliminó el requisito que sea una actividad única”. Destacó que los controles sobre la mercadería que se utilice y sobre el producto elaborado estará a cargo del Instituto del Alimento.

Destacó que la modalidad “viene avanzando en muchas ciudades del mundo y en Buenos Aires no está reglamentado, pero ya está funcionando de hecho”.

De igual modo dijo Rosúa que será el Departamento Ejecutivo el que se determinará dónde se instalarán y en forma rotatoria y respecto al canon precisó que se solicitará a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Rosario que realice un estudio para su determinación.

Debate a fuego alto

A su turno el concejal Comi planteó que “hemos trabajado más de un año” y recordó que estuvo en la sede de la Asociación Empresario Hotelero Gastronómica, “donde escuche su reservas, su oposición”.

De igual modo el edil Comi que la intención es “buscar nuevos horizontes, buscar el bien común” Enfatizó que “Rosario no tiene dueño, Rosario es una ciudad de un millón de personas, creando y cambiando”. Expresó también su repudio a “agresiones, insultos”, a quienes promovieron la propuesta.

En tanto el concejal Boasso, mencionó que “no es común que tres concejales presenten proyectos distintos sobre una misma idea”, por lo que destacó el trabajo de los equipos de los ediles para consensuar un texto común.

Aludió a las “nuevas formas de comercialización de alimentos, que no van en contra de otras”, para mencionar el surgimiento de los “camiones de comida, camiones gourmet”, en los Estados Unidos y países europeos. “Diseñados estéticamente van mucho más allá del choripán o el pancho, incorpora al chef”.

Por otra parte mencionó que “nosotros escuchamos al sector”, para repudiar críticas mendaces e injuriosas. Respecto a la distancia con los comercios establecidos planteó una distancia intermedia “entre los 30 metros y 200, para no convertir la ordenanza en abstracta”.

Posteriormente el edil Cavallero marcó que “uno de los problemas más graves es la inseguridad y la nocturnidad que estamos discutiendo, y mucho, últimamente”. Dijo luego sobre la nueva normativa que “como todo parche siempre trae contradicciones”.

Consultó respecto de cuál es la institución especializada en el caso del título de los chefs que requiere el articulado y en otro orden advirtió sobre “la posibilidad de falsos titulares”. En tal sentido destacó que “Grido no es propietaria de ninguna de las heladerías, pero todas son abastecidas por Helacor”.

Se preguntó sobre el tipo de alimentos y bebidas que pueden expender, para sostener que “el problema más grave es el alcohol y se autoriza que funcione las 24 horas y pueda vender todo tipo de bebidas alcohólicas” y recordó el debate sobre los “after”. Dijo que “ni en Londres, ni París, ni en Canadá, funcionan las 24 horas, en casi todos cierren entre las 3 y las 7”.

“Puede ser que la intención sea loable, pero no precisa regulaciones”, insistió Cavallero y agregó que “no me opongo al progreso, pero no sin fijar regulación y límites”. Finalmente dijo: “No debe ser aprobado, nos vamos a oponer férreamente, totalmente. Si este cuerpo lo aprueba, vamos a pedir a la intendenta que lo vete”.

Preguntó el edil Comi “dónde dice que van a funcionar las 24 horas” y Cavallero replicó que “si no está es porque va a funcionar 24 horas”.

La concejala López recordó que la ordenanza que ahora se reforma, la Nº 7.703 “organiza lo que se conoció como economía informal” que estimó “no son los camiones”.

Asimismo estimó que se produce “una discriminación” en cuanto a la autorización para los camiones gourmet respecto a los restantes puestos de venta ambulante. En otro orden dijo “que a nivel de técnica legislativa deja mucho que desear” para remarcar que “pone en tensión con otras reglamentaciones y se desprotege a la economía social”.

La edila Gigliani mencionó que había leído la versión taquigráfica de la sesión en la que se trató la ordenanza original , en julio de 2004, que tuvo por objetivo regular la venta ambulante, dado que la normativa anterior era de la dictadura militar..

Enfatizó respecto a una “desigualdad de trato”, dado que, sostuvo hay “500 personas en lista de espera, para venta ambulante, una clara injusticia”. Se preguntó Gigliani: “¿Qué derechos adquiridos vamos a limitar si no empezó a funcionar?”. Expresó asimismo su preocupación sobre el tema de la venta de alcohol, para aludir a la iniciativa que presentara el edil Chale, respecto a licencias para vender tal rubro.

Aclaró el concejal Comi que “son situaciones totalmente distintas” y dijo que la cuestión de la venta del alcohol está regulada por la ordenanza específica, que establece el límite de las 23.

El edil López Molina, anunció el apoyo a la iniciativa, dijo que “es válido el debate”, para desestimar supuestas “operaciones” y criticó a quienes “pretenden que por ordenanzas y decretos eliminemos la competencia”.

“Nosotros creemos en el libre mercado, cada demanda crea su oferta y cada oferta su demanda” y el estado como “regulador de las distorsiones”, sostuvo luego López Molina.

Anunció el concejal Chale el apoyo al proyecto, destacó la necesidad de “evitar la atomización y concentración”. Sobre la cuestión del alcohol se referenció en la ordenanza específica para sostener que “iría en contra de la comida saludable como actividad principal”.

De inmediato el edil Rosúa, propuso incorporar un artículo, sugerido por la edila Daniela Léón, de la Unión Cívica Radical (UCR), que respecto al alcohol rige lo determinado por la ordenanza Nº 7.630

El edil Giuliano advirtió que a partir del debate el proyecto “ha sido mejorado”. Dijo que “resuelta la cuestión del alcohol, no hay obstáculos para impedir estos camiones gourmet”.

Requirió también un “cuerpo de inspectores técnicos” en el ámbito del Departamento Ejecutivo. “Esperemos que los controles se cumplan”, enfatizó.

Bajó luego al recinto el presidente del cuerpo, Miguel Zamarini, quien recordó el debate que se dio en su momento con el tema Grido y la defensa de las heladerías artesanales, “por eso se le puso el tope a Grido”.

Sobre el tema dijo que “no estoy en condiciones de votar favorablemente” y consideró que “va a ser una tarea muy difícil controlar este tipo de negocios. Me voy tranquilo de no acompañar”, agregó Zamarini.

Por último anticipó el voto favorable el concejal Cossia, quien agregó que le preocupaba lo relacionado con el alcohol, tema que ya había sido aclarado.