Esta semana comienza la vacunación contra la gripe a la población de riesgo. La confirmación vino de la mano de la ministra de Salud, Andra Uboldi, quien brindó precisiones al respecto. La campaña está destinada a los grupos de riesgo, mientras tanto, sigue la inoculación para el personal de salud. 

En declaraciones a Radio 2, Uboldi, quien encabezó este viernes la presentación de la campaña en la sede de la cartera en Rosario, Laprida y Rioja, confirmó que esta semana ya arranca la vacunación del resto de los grupos de riesgo.

Según se señala en la página oficial de la provincia, la vacuna antigripal de este año protege contra tres virus: Influenza A (H1N1 y H3N2) e Influenza B.

La vacunación de personas con alto riesgo es particularmente importante para disminuir el riesgo de padecer enfermedades graves por la gripe. La protección se obtiene generalmente en 2 a 3 semanas. La duración de las defensas después de la vacunación es de 12 meses. Por esta razón sumado a que los virus de la gripe cambian año a año es importante que los grupos de riesgo se vacunen anualmente.

El efecto secundario más común de la vacuna es el dolor en la zona donde se aplicó la inyección. Otros síntomas como la fiebre, los dolores musculares y la sensación de malestar o debilidad no son muy frecuentes. Todos ceden dentro de los 2 días.

Debemos recordar que la vacuna contra la gripe no brindará protección contra las enfermedades respiratorias causadas por otros virus distintos al de la gripe.

¿Quiénes deben vacunarse?

Personal de salud de efectores públicos y privados.

Embarazadas y puérperas si no fueron vacunadas durante el embarazo, hasta 10 días después del parto.

Niños de 6 a 24 meses (pueden requerir 1 ó 2 dosis separadas por un mes)

Grupos de riesgo, niños desde los 2 años, adolescentes y adultos menores de 64 años inclusive con los siguientes factores de riesgo: personas con problemas genéticos, musculares o del desarrollo graves, severos trastornos respiratorios, problemas cardíacos, Diabetes, Insuficiencia Renal Crónica, alteraciones en las defensas (por VIH, otra enfermedad inmunosupresora o medicación), enfermedades onco-hematológicas y tumorales, trasplantados, con obesidad importante.

Mayores de 65 años.

Si usted es sano no concurra a vacunarse a efectores públicos. Permita que los grupos de riesgo reciban la vacuna antigripal para ayudarlos a estar más protegidos.

¿Qué es la gripe?

La gripe o influenza es una enfermedad viral respiratoria que se presenta habitualmente en los meses más fríos del año. Existen tres tipos de virus de la gripe, de los cuales A y B son los más frecuentes.

Transmisión

La gripe –al igual que otras infecciones respiratorias– se transmite por contacto con secreciones de personas infectadas a través de las gotitas que se diseminan al toser o estornudar y de superficies u objetos contaminados con estas secreciones.

Síntomas

Esta enfermedad se manifiesta con:

Fiebre mayor a 38 ºC.

Tos.

Congestión nasal.

Dolor de garganta, de cabeza y muscular.

Malestar generalizado.

En los niños pueden presentarse también:

Problemas para respirar.

Vómitos o diarrea.

Irritabilidad o somnolencia.

Medidas preventivas para evitar las infecciones respiratorias

Lavar frecuentemente las manos con agua y jabón especialmente al regresar a la casa luego del trabajo, escuela o salidas. Si no se cuenta con agua se puede utilizar alcohol gel o al 70%.

Evitar la concurrencia a espacios cerrados con mucha gente porque se favorece el contagio de infecciones respiratorias.

Ventilar bien la casa, espacio laboral o escolar cuando sea posible.

Cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar y utilizar pañuelos descartables.

Realizar la vacunación antigripal, aquellas personas que pertenecen a los grupos de riesgo definidos.

Medidas frente a los primeros síntomas

Consultar inmediatamente si se presentan síntomas, bajar la fiebre con paracetamol y concurrir a un efector cercano al domicilio.

Si se le ha diagnosticado gripe, deberá quedarse en su casa, seguir las indicaciones de su médico y controlar los síntomas.

Se recomienda que permanezca en su casa durante al menos 24 horas después de que la fiebre (37.8°C) haya cesado excepto para recibir atención médica o para cosas que tenga que hacer y nadie pueda hacerlas por usted. Aislamiento domiciliario por 7 días.

Evite el contacto directo con otros, especialmente con las personas que puedan contraer la gripe fácilmente, como personas de 65 años y mayores, personas de cualquier edad con enfermedades crónicas (como asma, diabetes, o problemas cardíacos), mujeres embarazadas, niños pequeños y bebés.

Lávese las manos con agua y jabón o con un desinfectante para manos a base de alcohol, especialmente después de usar pañuelos desechables y después de toser o estornudar usando las manos.

Cúbrase la boca al toser o estornudar.

Beba líquidos como agua, caldo, a fin de prevenir la deshidratación.

Limpiar las superficies con agua y detergente o jabón, o alcohol al 70%.

Ventile los ambientes.

En algunos casos se le indicará realización de estudios (análisis y/o radiografías) y pueden indicarle un medicamento antiviral si usted pertenece a grupos de riesgo.

Signos de alarma

Prestar atención a los "signos de alarma", es la mejor manera de detectar y tratar a tiempo las infecciones respiratorias, impidiendo que se agraven. Busque atención médica inmediatamente si:

Tiene dificultad para respirar, le falta el aire, está agitado y/o respira con pausas.

Siente dolor o presión en el pecho o abdomen.

Tiene mareos repentinos.

Se siente confundido.

Tiene vómitos graves o persistentes.

Duerme mucho y le cuesta despertar.

Palidez de piel y color azulado de labios.

Recomendaciones por contacto con alguien con gripe

Si en su casa, escuela, trabajo estuvo en contacto con alguien que fue diagnosticado como gripe:

Evite estar cara a cara con la persona enferma. Cuando cargue un niño pequeño que está enfermo, ponga el mentón del niño sobre su hombro para que no tosa en su cara.

Consulte al equipo de salud que asiste al paciente sobre cualquier cuidado que pueda ser necesario, especialmente si la persona está embarazada o tiene una afección médica crónicas (diabetes, enfermedades cardíacas, asma, trastornos de las defensas).

Mantenga a la persona enferma alejada de otras tanto como sea posible, especialmente de aquellas personas que tienen alto riesgo de desarrollar complicaciones por la influenza.

Asegúrese de que todos los miembros del hogar se laven las manos con frecuencia, utilizando agua y jabón o algún desinfectante para manos a base de alcohol.

Revise que aquellos que tienen riesgo de complicaciones por pertenecer a grupos de riesgo hayan recibido este año la vacuna antigripal.