La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires se aprestaba a aprobar un nuevo código de edificación con algunos cambios significativos: uno de ellos es la eliminación del bidet como elemento indispensable en cada sanitario porteño.

No es el único cambio previsto en los baños porteños: el mingitorio podrá ser reemplazado por un inodoro en los sanitarios de comercios e instituciones. El objetivo es ampliar la superficie de estos ambientes. También dejará de ser obligatoria la bañera en los baños principales de las viviendas, como establecía el código antiguo, por generar inconvenientes para las personas con movilidad reducida.

Los sanitarios en universidades, hospitales, shoppings y comercios también cambian. A tono con la diversidad de identidades que viven en la Ciudad, ya no será obligatoria la distinción de baños por género.

Un punto muy esperado por las madres incluido en este código es la obligatoriedad de lactarios en todos los edificios públicos y establecimientos educativos de nivel inicial.

También en institutos de chicos menores de 6 años a los que asistan bebés de 12 meses o menos, a partir de los 20 chicos. Y no será cualquier lactario: deberá estar ubicado en áreas seguras y tranquilas, y contar con elementos que brinden bienestar y confort durante el proceso de extracción y conservación de la leche materna durante el horario de trabajo.