El Parkinson es una enfermedad incurable hasta la fecha. Sin embargo, han avanzado mucho los tratamientos para mejorarle la calidad de vida al paciente, y uno de ellos tiene que ver con la auriculopuntura.

Este tratamiento consiste en la aplicación de microimplantes de titanio en el tejido cartilaginoso de la oreja. Se trata de finas agujas que no causan ningún dolor ni tienen efectos secundarios adversos. De hecho hasta la fecha tuvieron muy buen resultado en más de 5 mil personas de todo el mundo, según el sitio Mejor con Salud.

Para poder entender el gran logro de este tratamiento es necesario recordar que el Parkinson aparece cuando las neuronas producen una cantidad de dopamina insuficiente. Esto se traduce en una alteración motora que, poco a poco, se va manifestando como un empobrecimiento de los movimientos, por lo que los afectados cada vez se mueven menos, y pierden flexibilidad, coordinación y equilibrio.

El cartílago del pabellón auricular tiene numerosas terminaciones nerviosas, y es por eso que allí se colocan las agujas para activar los mecanismos del propio organismo, los cuales habían estado paralizados. De esta manera se logra regular la producción de dopamina u otros neurotransmisores.

El éxito del tratamiento reside en que una vez realizada la implantología auricular, se obtiene un estímulo natural permanente que puede reducir los síntomas, así como disminuir la progresión de la enfermedad.

Algunos de los beneficios que trajo a los pacientes con Parkinson:

- Alivio de la ansiedad.

- Mayor facilidad para el desplazamiento.

- Disminución de la rigidez muscular.

- Alivio tanto del dolor como de otras molestias físicas.

- Mejoría del equilibrio (gracias al fortalecimiento de la musculatura paravertebral).

- Disminución de las dosis de medicación y aumento del bienestar.