Finalmente acabó con su vida. La esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad que padecía Roberto Fontanarrosa y que este jueves apagó su existencia, es un mal que acompañaba al Negro desde 2003 y que más tarde lo obligó a movilizarse en una silla de ruedas, que lo acompañó hasta sus últimos días en el sanatorio Centro.

Se trata de un mal neurológico que inhibe el funcionamiento de las neuronas motoras y produce la parálisis paulatina y total de algunos músculos del cuerpo, aunque sin afectar la capacidad mental del paciente.

Conocida también por sus siglas (ELA), es una afección neurodegenerativa, progresiva y fatal, que ataca las células nerviosas encargadas de controlar los músculos voluntarios.

Según una investigación realizada por médicos argentinos, los responsables de la enfermedad, en la mitad de los casos, son los anticuerpos que produce el propio enfermo.

La enfermedad afecta, especialmente, a personas de edades comprendidas entre los 40 y 70 años, más frecuentemente en varones y entre los 60 y 69 años. Se producen unos dos casos por año y por 100.000 habitantes.

Se trata de una afección tan frecuente como la esclerosis múltiple y más que la distrofia muscular.