Ya sea porque trabajamos, estábamos atrasados con otras materias o simplemente porque dejamos todo para el final, ponerse a preparar un examen a último momento ocurre muy a menudo.

El sitio eTítulo dio una serie de consejos para que estudiar contrarreloj de resultado.

Ordenar: como tenemos muy poco tiempo, necesitamos tener todo muy organizado para que no nos atrape el caos y nos dejemos algo importante por mirar. Hay que dividir bien cada tema y acomodarlo de mayor a menor dificultad, con el fin de empezar por estudiar lo más complicado y dejar lo fácil para cuando estemos cansados.

Juntar las técnicas de estudio: no alcanzará el tiempo para realizar varias lecturas y armar resúmenes o esquemas, por lo que hay que hacer todo junto. Mientras se realiza la lectura comprensiva, se subraya y se anotan las partes importantes que pueden preguntarte. Al final, se repasan las anotaciones.

Hacer los propios exámenes: sin mirar los apuntes, contestá por escrito y de la mejor forma posible a esas preguntas que habías anotado como las importantes de cada apartado. Luego, corregí tu autoexamen con tus apuntes para ver en qué te has equivocado y volvé a empezar. La idea es hacer una simulación de un examen tras otra hasta que salga perfecto.

Que no se te haga costumbre: esta forma puede salvarte en alguna ocasión, pero no es la mejor para aprender y probablemente te termines olvidando de casi todo a los pocos días. Por eso, cuando tengas tiempo, lo mejor será que retomes el estudio de forma tradicional.