Los bebés y los niños pequeños son los más afectados por la dermatitis atópica, una afección benigna de la piel que causa sequedad e inflamación acompañada de una fuerte picazón. De acuerdo a la Sociedad Argentina de Dermatología, es la segunda enfermedad de la piel más diagnosticada.

El 90% de los pacientes experimentan el inicio de la dermatitis atópica antes de los 5 años y un 80% incluso antes de los 2 años, según consignó Doc Salud.

Los principales síntomas son sequedad de piel, cambios de pH y predisposición a infecciones. Otros signos son las respuestas inmunes exageradas que pueden observarse a nivel respiratorio (asma) y ocular (conjuntivitis y eccema de parpados), generalmente desencadenadas por medicamentos, alimentos, sustancias de contacto, sustancias ambientales o picaduras de insectos.

Esta afección es causada por múltiples factores que interactúan entre sí: genéticos, inmunológicos, infecciosos, medio-ambientales, sociales o psico-emocionales, en personas con alteraciones de la llamada barrera cutánea y la inmunidad.

Cómo prevenirse y prevenir a los chicos:

• Evitar ambientes muy calefaccionados y secos.

• Evitar el uso de lana y fibras sintéticas en contacto directo con la piel, así como el abrigo excesivo.

• Evitar el contacto de la piel con broches metálicos, etiquetas, goma y plásticos.

• Evitar los perfumes.

• Evitar la inhalación de pólenes y polvo ambiental

• Realizar baños cortos (de no más de 5 minutos) y con agua tibia.

• Utilizar sustitutos del jabón de pH neutro.

• Evitar la fricción de la toalla contra la piel.

• Hidratar la piel con cremas adecuadas.

• Evitar alimentos irritantes locales como cítricos, tomate, picantes y queso de rallar cuando existe dermatitis en la cara.