Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son aquellas que pueden transmitirse de una persona a otra durante una relación sexual, ya sea vaginal, oral u anal y afectan tanto a hombres como mujeres. Algunas de ellas tienen cura si se tratan a tiempo, pero en caso contrario, pueden perjudicar la fertilidad. Es por eso que el preservativo se vuelve el mejor aliado para asegurar la paternidad futura.

“La mayoría de las ETS se pueden prevenir usando preservativo y, en caso de que el paciente tenga alguna de estas infecciones, son tratables y muchas de ellas se curan”, explicó a docsalud el doctor Fernando Neuspiller, director de IVI Buenos Aires.

“El problema aparece cuando no son tratadas a tiempo, en esos casos pueden producir infertilidad en ambos sexos, dolor crónico en la pelvis y embarazo ectópico. Además, la mujer se la puede transmitir al bebé durante el embarazo, el parto o la lactancia y en el caso de VPH está relacionado con algunos cánceres”,añadió.

¿Cómo se relacionan las ETS con la fertilidad?

Las ETS más peligrosas para la fertilidad a menudo carecen de síntomas. Entre ellas están la clamidia y gonorrea.  Se estima que, en el 75 % de los casos, las mujeres portadoras de clamidia no perciben que han sido afectadas y el 50% de los hombres tampoco presentan manifestaciones. Esto supone un riesgo mayor para el tratamiento y también para la transmisión de las parejas sexuales que los afectados tengan mientras no sean tratados.

“Cuando se presentan síntomas, en el caso de la mujer, es a través del flujo vaginal, sangrado después de las relaciones sexuales, sangrado entre los períodos de menstruación, dolor abdominal o pélvico. En el varón, puede incluir secreción peneana, ardor al orinar, dolor testicular o inflamación”, indicó Neuspiller.

“El tratamiento que se indica es a través de antibióticos. Si la clamidia no se trata, en la mujer puede invadir el área pélvica e infectar el útero, las trompas de Falopio o los ovarios causando la Enfermedad Pélvica Inflamatoria (EPI), comprometiendo las trompas y obstruyendo o dificultando el pasajedel óvulo a través de las mismas, necesario para la fecundación. En el varón, puede causar inflamación en la próstata, lo que también interfiere en la fertilidad”, agregó.

Por su parte, la gonorrea es una infección causada por la bacteria Neisseriagonorrhoeae. Puede causar infección de la uretra, el cérvix, el recto y la garganta. Al igual que la clamidia, puede no presentar síntomas.

“Los hombres son más propensos a presentar síntomas como secreción de pus por la uretra y ardor al orinar, sin embargo, en el caso de las mujeres se estima que cerca del 50 % no manifiesta síntomas o solo de forma leve, como picazón, o dolor durante las relaciones sexuales, pero también pueden sentir ardor al orinar. Al igual que la clamidia se indica un tratamiento con antibióticos, que cura la enfermedad luego de una dosis única después de 24 h. Cuando no se trata, la gonorrea puede llevar a los hombres a inflamación en los testículos y la próstata, causando infertilidad, mientras que las mujeres pueden, al igual que ocurre con la infección por clamidia, desarrollar una enfermedad pélvica inflamatoria”, describió el doctor.

¿Cómo detectar las ETS?

Es importante que las personas sepan que para el diagnóstico de una enfermedad de transmisión sexual el especialista que debe ser buscado es el ginecólogo en la mujer y el urólogo en el caso del varón.

Las ETS se diagnostican mediante exámenes específicos y simples, como el examen de orina y el análisis de material extraído de la uretra y la vagina. El médico puede solicitar otras pruebas. Si la infección ha generado otras complicaciones, como la obstrucción de las trompas de Falopio, el caso deberá ser evaluado y tratado de forma personalizada.

Es común que las personas estén preocupadas por las ETS solamente durante el comienzo de una relación y después de un tiempo juntos se relajen en los cuidados, sin antes hacer una evaluación médica que descarte el riesgo de que ambos sean portadores de alguna patología que pueda estar actuando de forma silenciosa en uno de los miembros de la pareja. Conocer y adquirir confianza en una persona no es suficiente para prevenir una ETS, pues la propia persona puede no saber que es portadora de una enfermedad que puede perjudicar su salud y la salud de la pareja.

“Por eso, antes de pasar a otros métodos anticonceptivos como la píldora o el DIU, es fundamental estar seguros de que ambos están libres de enfermedades de transmisión sexual que pueden comprometer la fertilidad de la pareja, lo que podría derivar en un futuro entratamientos más complejos para intentar restablecer la fertilidad o que la Fertilización in Vitro sea la única forma de conseguir quedar embarazada”, manifestó el doctor.

En este sentido, Neuspiller enfatizó en que “el uso del preservativo puede prevenir la transmisión de las ETS, por lo cual su utilización es fundamental en las relaciones sexuales en las que no se está buscando el embarazo.  Si bien no afecta a la fertilidad en forma directa, también es sumamente importante cuidarse para no contraer VIH o hepatitis B”.