Un odontólogo y la obra social en la que atiende fueron condenados a pagar una indemnización de algo más de 50 mil pesos –que si se suman los intereses y costas llegará a unos 90 mil– por haberle realizado a un chico un tratamiento de conducto sin la máscara de protección correspondiente para estos casos. Por este motivo, el chico se tragó una pequeña lima que le ocasionó problemas de salud a punto de tener que sufrir dos operaciones abdominales. También fue condenada la obra social.

El fallo de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial que integran los jueces doctores María del Carmen Álvarez, Alicia García y José María Serralunga rechazó el pedido de nulidad de la sentencia en primera instancia contra el odontólogo Marcos Villegas González y la Asociación Mutual entre Asociados de Ciba, donde tiene el consultorio. A ambos demandaron por daños y perjuicios los padres del chico afectado.

Lo que sostenía la denuncia es que el “no adoptó las previsiones adecuadas que su arte le indicaban, como era la utilización del protector llamado goma de dique, aislante del campo operatorio, por lo que no se pudo evitar así que el paciente que había perdido sensibilidad por la anestesia, ingiriera la lima utilizada en el tratamiento”.

Luego, “al haberse alojado la lima en el duodeno del menor, el mismo debió ser intervenido quirúrgicamente en dos oportunidades, no obstante lo cual siguió sufriendo una serie de trastornos durante el año siguiente de la última y hasta la demanda, que determinaron reiteradas internaciones y tratamientos médicos descriptos”.