El juez de Sentencia Julio César García condenó a cadena perpetua a Juan Pablo Carrascal, autor del asesinato, hace cinco años, de la maestra Daniela Spárvoli.
La fiscal del caso había pedido esa pena, pero la defensa de Carrascal, que admitió que el acusado era autor del hecho, pidió que se lo declarara inimputable bajo el argumento de que este hombre de 30 años no entendió la criminalidad de su acto.
Pero el escrito de la defensa, según fuentes de la causa, no se amparaba en ningún diagnóstico psiquiátrico específico que puediera sustentar ese requerimiento. Si esto se aceptara implicaría la sustitución de una pena de prisión por una medida de seguridad de salud mental.
La fiscal Lucía Aráoz había pedido la prisión perpetua luego de que el detenido, que cuenta con una pericia –la de ADN– que lo incriminaba, admitiera ser autor del hecho.
Sparvoli fue violada y asesinada el 12 de mayo del 2003 cuando regresaba, en un viaje a dedo, desde una escuela rural de Villa Eloísa a su casa de Carcarañá. Había sido vista ese día por última vez frente a la estación de servicios situada en Moreno y la ruta 9, en Cañada de Gómez, cuando subió a un pequeño utilitario. Un día después, el cuerpo semidesnudo de la docente fue encontrado en un camino rural, con signos de estrangulamiento.
Catorce días después del crimen, fueron detenidos dos hombres, de 32 y 39 años, como sospechosos de la agresión. Los desligaron cuando los estudios genéticos entre los detenidos y los restos de semen hallados en el cuerpo de Daniela arrojaron un resultado negativo.
Recién en septiembre del 2006 fue apresado Carrascal en la localidad mendocina de General Alvear. La policía lo buscaba porque creía que podía ser el autor de un robo a mano armada contra un ex empleador suyo y su esposa. Ya para entonces una pericia lo implicaba en el caso. Un examen genético al que había sido sometido en diciembre del 2005 había determinado que los restos de fluidos hallados en el cadáver de la docente coincidían en un 100% con su ADN.
Carrascal es cañadense pero vivía en Las Parejas. Allí está la empresa metalúrgica para la que trabajaba como mecánico y su pareja era la hija del dueño. En la época en que la maestra fue asesinada manejaba un utilitario Renault Express azul como el que describieron algunos testigos del caso.
La fiscal del caso había pedido esa pena, pero la defensa de Carrascal, que admitió que el acusado era autor del hecho, pidió que se lo declarara inimputable bajo el argumento de que este hombre de 30 años no entendió la criminalidad de su acto.
Pero el escrito de la defensa, según fuentes de la causa, no se amparaba en ningún diagnóstico psiquiátrico específico que puediera sustentar ese requerimiento. Si esto se aceptara implicaría la sustitución de una pena de prisión por una medida de seguridad de salud mental.
La fiscal Lucía Aráoz había pedido la prisión perpetua luego de que el detenido, que cuenta con una pericia –la de ADN– que lo incriminaba, admitiera ser autor del hecho.
Sparvoli fue violada y asesinada el 12 de mayo del 2003 cuando regresaba, en un viaje a dedo, desde una escuela rural de Villa Eloísa a su casa de Carcarañá. Había sido vista ese día por última vez frente a la estación de servicios situada en Moreno y la ruta 9, en Cañada de Gómez, cuando subió a un pequeño utilitario. Un día después, el cuerpo semidesnudo de la docente fue encontrado en un camino rural, con signos de estrangulamiento.
Catorce días después del crimen, fueron detenidos dos hombres, de 32 y 39 años, como sospechosos de la agresión. Los desligaron cuando los estudios genéticos entre los detenidos y los restos de semen hallados en el cuerpo de Daniela arrojaron un resultado negativo.
Recién en septiembre del 2006 fue apresado Carrascal en la localidad mendocina de General Alvear. La policía lo buscaba porque creía que podía ser el autor de un robo a mano armada contra un ex empleador suyo y su esposa. Ya para entonces una pericia lo implicaba en el caso. Un examen genético al que había sido sometido en diciembre del 2005 había determinado que los restos de fluidos hallados en el cadáver de la docente coincidían en un 100% con su ADN.
Carrascal es cañadense pero vivía en Las Parejas. Allí está la empresa metalúrgica para la que trabajaba como mecánico y su pareja era la hija del dueño. En la época en que la maestra fue asesinada manejaba un utilitario Renault Express azul como el que describieron algunos testigos del caso.


