Fernanda Blasco

Mucha agua ha pasado bajo el puente desde que Florencia Peña sorprendió con su escena hot junto a Damián de Santo en Disputas. Tanto ha llovido que, aunque redoble la apuesta, Condicionados no escandaliza a nadie. Pero entretiene.

Mucha teta, mucho culo, mucha violencia y mucha puteada. Eso fue lo que se vio en el debut de la nueva apuesta de Polka, que promete calentar la pantalla chica. La ficción, al menos en este primer capítulo, apuntó más a lo visual que lo narrativo. La escena de apertura, por ejemplo, podría formar parte de cualquier film condicionado. Un grupo de chicas que seduce al conductor de un auto: todos con poca o ninguna ropa. Gemidos van gemidos vienen. Solo que antes de que se llegue al clímax el director corta la filmación y comienzan las puteadas con quien se supone que es su estrella.

La tira, que se emitirá todos los miércoles a las 23 por el Tres, tiene como protagonista a una familia bastante decadente involucrada en el negocio del cine porno. El padre, Oscar Martínez, fue alguna vez un exitoso director de cine de ese género, hoy frustrado y en bancarrota. La madre, interpretada pr Soledad Silveyra, era su estrella pero hoy espanta más de lo que seduce, vestida con una remera escotada de animal print y unas extremadamente ajustadas calzas. La hija trabaja en un sex shop, el hijo escribe guiones subidos de tono.

Dicky Cocker (personaje de Martínez) filma en el sótano de su propia casa, junto a su histórica mano derecha (Favio Posca). Es un realizador que no tiene presupuesto, tampoco guión interesante ni escultural estrella. La crisis con su mujer, enojada porque el tipo gasta cada centavo en proyectos sin futuro, se agudiza cuando al hombre le aparece una hija ilegítima adolescente. Y la cosa se pone peor:  vuelve de Europa una porn star que pretende reinsertarse en el negocio local (Leticia Brédice) y busca seducir a Dicky.

En este marco, hace su aparición una irreconocible Bárbara Lombardo (sí, señores, es ella, aunque no lo parezca). La chica, además de hacer topless a los quince minutos debido a su trabajo como stripper, luego ofrece una rutina bien hot para convencer a Dicky de que ella será su nueva porn star. De seguro, gana el casting.

Como todas las tiras de Polka, la producción es buena. Los guiones son Marco Carnevale, quien además dirige la ficción. ¿Cómo continuará la historia? Nadie lo sabe. Pero quizá eso sea de lo menos. Habrá mas tetas, más culos, más puteadas y ojalá algo más de humor. Y otra cosa segura: Condicionados dará de qué hablar.